Sería alta irresponsabilidad tener otro año con un Estado ineficiente por un presupuesto reducido
Un editorial de Expreso manifiesta que puede responder “a una mala estrategia gubernamental que pretende estirar las cuentas fiscales para así justificar menores presupuestos para el año entrante”
Hasta el momento el Gobierno en cada uno de sus ministerios e instituciones. Esta actitud indolente también es corrupción y traición a los altos intereses de la sociedad, que clama por solución a problemas de salud, educación, trabajo, seguridad, obra pública. ¿Cómo es posible que en este año que el Estado ha recibido más dinero por aumento de precio del petróleo, mayor recaudación fiscal, remesas de migrantes, exportación de camarón y otros productos no tradicionales, se siga ahorrando con el cuento de poner la casa en orden? Ya aguantamos un año entero en que Finanzas no entregó recursos a ministerios y GAD para invertir en obras que el pueblo necesita. Puesta “la casa en orden”, las acciones positivas, que tenían que estar enteramente planificadas de acuerdo al Plan de Gobierno y ofrecimientos de campaña, debieron comenzar ya. Pero pasan los meses y se palpa total ineficiencia en todos los órdenes. Pensábamos que se debía a los ministros y encargados de las instituciones; ahora nos damos cuenta de que es el presidente de la República quien da órdenes a Finanzas para seguir ahorrando, haciendo crecer la reserva monetaria para dar la falsa visión de que Ecuador es confiable y que pueden invertir extranjeros, como si eso fuera lo único que nos puede sacar de los problemas económicos y falta de empleo. Un editorial de Expreso manifiesta que puede responder “a una mala estrategia gubernamental que pretende estirar las cuentas fiscales para así justificar menores presupuestos para el año entrante”. Cuidado presidente, el pueblo comienza a juzgarlo como el mayor irresponsable de los últimos tiempos, causante directo de muertes de niños y enfermos catastróficos pues no hay medicina en hospitales y centros de salud, ni ambulancias, los hospitales agonizan en franco deterioro; la inseguridad crece cada día y Policía y FF. AA. no tienen los insumos para combatirla; niños y jóvenes no tienen una educación acorde con la realidad actual; no hay trabajo y la economía popular decrece,
Ab. Rodrigo Herrera Cañar