A propósito de liderazgo en
nuestra Guayaquil

Creo que si el señor Nebot siguiera de alcalde, sin desmerecer a la alcaldesa, lo hubiera hecho de un solo carajazo.

A propósito de la pandemia que estamos viviendo en el mundo por el COVID-19 y con una incidencia fatal en nuestra querida ciudad, es importante analizar que este mal ha tomado a todas las instancias gubernamentales y la de los GAD, especialmente las áreas de salud y sanidad ambiental desprevenidos y ha desnudado todas las flaquezas que tienen.

No es por nadie desconocido que viva en Guayaquil la falta de liderazgo del ente municipal de la ciudad, el desconcierto total que cunde en la entidad. Nadie atina en la toma de medidas acertadas que conlleven a evitar la propagación del virus, lo poco que se hace es nada frente a un virus que amenaza cada día más con tomarse la ciudad. La capacidad de reacción del cuerpo edilicio porteño es muy pobre y la madera de guerrero que siempre ha luchado y vencido otras epidemias años atrás se está haciendo astilla.

Vemos por ejemplo que nosotros los habitantes de la ciudad pagamos una tasa de recolección de basura, la misma que está destinada tan solo a eso, a recoger la basura y depositarla en el relleno sanitario de las Iguanas, pero considero que en el contrato con el que ganó la licitación Puerto Limpio no se le exige mayor cosa que mantener limpia la ciudad, lo cual está bien, pero se deberían incluir situaciones como las de limpiar y desinfectar las calles de la ciudad, ya otras ciudades como Quito, Machala, Babahoyo, entre otras, lo están haciendo ¡Por qué no lo hacen en Guayaquil! ¿Será que no hay quién proponga una idea tan simple y básica como esta y se la realice?

¿Acaso el Municipio no puede comprar unas cuatro máquinas fumigadoras que sectoricen la ciudad y trabajen por las noches o en el día, luego del toque de queda? Creo que si el señor Nebot siguiera de alcalde, sin desmerecer a la alcaldesa, lo hubiera hecho de un solo carajazo.

Ing. Enrique Pine