Los problemas de la Metrovía
La problemática se da por el sistema con el cual funciona
Los ciudadanos que nos preocupamos por los problemas de la ciudad, estamos sorprendidos porque hasta la presente fecha no funciona la troncal de la Metrovía que debería salir desde el Suburbio y recorrer importantes calles de la ciudad.
La problemática se da por el sistema con el cual funciona. Existe la Fundación Metrovía, integrada por delegados de algunas entidades, muchas de las que no tienen nada que ver con el tránsito de la ciudad. Esta fundación organiza, planifica, controla todo aquello que tiene que ver con la transportación. Luego vienen los consorcios: Metroquil, que sale desde el Guasmo; Metrobastión, que se origina en el mercado de transferencias, y Metroexpress, que tiene su base en la avenida 25 de Julio y Perimetral. Estos consorcios los integran las diferentes cooperativas de transporte urbano que se adhirieron. La parte operativa está a cargo de un organismo: ITOR (Integrador Tecnológico de Operación y Recaudo) que, entre otras atribuciones, recoge el dinero recaudado y lo entrega a un fideicomiso. Y es este el que realiza algunas operaciones de carácter económico y entrega el sobrante a cada consorcio, que paga sueldos, da mantenimiento a las unidades y todo lo concerniente a gastos. Este consorcio entrega el dinero sobrante a las cooperativas.
Esta burocracia provoca que no se obtenga la rentabilidad necesaria, por lo que nadie quiere invertir en unidades nuevas ni siquiera en componer las dañadas. El dinero invertido por la Alcaldía como salvataje no satisface a los transportistas. Aquellos buses, que ya han cumplido el tiempo de servicio, no pueden ser vendidos.
La nueva troncal debe funcionar con buses eléctricos normales, no articulados, que tengan una capacidad de transportar a cuarenta y cinco pasajeros sentados y no más de 15 parados, que sean climatizados, que sean importados libres de impuestos y cuyo pasaje sea de cuarenta centavos. Hay que salvar a la Metrovía, pero bajo ningún concepto debe ser operada por el Concejo.
Ab. Rodrigo Herrera Cañar