Ordinariez profesional

Avergüenza que hoy la universidad decida “analizar” la tesis.

No existe peor profesional que aquel que actúa contra los principios de su profesión. Esas acciones evidencian quemeimportismo sobre la lógica para la cual se crearon las profesiones. Esto solo se puede dar cuando la educación fue deficiente o cuando hay intereses distintos a los profesionales, que impulsan actuaciones de esta naturaleza. Abogados o doctores en leyes están actuando en contradicción con los principios de su profesión: en el caso del Consejo de Participación Ciudadana, el grupo que accedió, atropellando las reglas de la elección de los miembros de este consejo, aceptando auspicio de grupos políticos, cuando la esencia de este consejo es el distanciamiento de partidos o grupos políticos, hoy privilegian los intereses del grupo que los auspició, en atropello a las leyes, para ejecutar agendas que les han sido imposible por otros lados. El presidente del Cpccs se entiende que es abogado; como tal debiera conocer las leyes y por la naturaleza de su profesión, respetarlas y hacerlas respetar. Sin embargo, en actitud reñida con esta lógica, se esfuerza en buscar recodos para burlar disposiciones que constan en la legislación. Penoso, mas no sorprendente, pues vimos cómo actuó en el caso El Universo, en defensa del ahora auspiciante, redactando una sentencia y entregándola a un juez carente de sentido profesional para que la dicte como si fuera suya. Pero hay más, el Consejo de la Judicatura, presidido por un exmiembro de la Corte Nacional de Justicia, hace caso omiso de las disposiciones legales relacionadas y atropella procedimientos para tratar de descalificar a la fiscal general ignorando que cualquier objeción a un funcionario debe ser por actos cometidos en el ejercicio de sus funciones. El tratar de desacreditar por algo ocurrido hace más de 10 años es atentar contra la institución que otorgó el título, la cual debería, en caso de ser cierta la presunción, haber actuado al calificar la tesis. Avergüenza que hoy la universidad decida “analizar” la tesis. ¿Qué hizo entonces cuando calificó, aceptó dicha tesis y tituló a la fiscal? Cuando acciones de un profesional atentan contra la razón de su profesión, debería ser eliminado de los registros profesionales, retirados los títulos por las universidades que lo titularon, como ocurre con el Cpccs y con el CJ.

José M. Jalil Haas