Las nefastas vacunas

Es hora de que el Gobierno y todos los funcionarios que tienen que ver con la seguridad ciudadana tomen cartas en el asunto, porque este caso cada vez es más grave.

No vamos a tratar sobre las vacunas medicinales (producidas con toxoides, bacterias, virus atenuados, muertos o realizadas por ingeniería genética y otras tecnologías) que se administran para generar inmunidad activa y duradera contra una enfermedad estimulando la producción de defensas, o sobre la protección generada a partir de gamaglobulinas, que producen inmunidad inmediata y transitoria a través de la aplicación directa de anticuerpos. Las nefastas vacunas son formas de extorsión de delincuentes contra todos los sectores productivos, negocios y miembros de asociaciones, que también pasaron a ser parte de las estadísticas de víctimas de extorsiones y de los ‘vacunadores’, que a punta de amenazas piden cuotas a negocios de todo tipo a cambio de no hacerles daño ni robarles. Las ‘vacunas’ (pago de dinero a cambio de tranquilidad) aumentan en el país desde 2020. El delito está tipificado en el COIP bajo la figura de extorsión (art. 185), intimidación (154) y hostigamiento (154, 2). Nadie esta libre de este nuevo estilo delincuencial; ni siquiera se salvan las personas que habitan en las casas, los transportistas o los profesionales, etc. Es hora de que el Gobierno y todos los funcionarios que tienen que ver con la seguridad ciudadana tomen cartas en el asunto, porque este caso cada vez es más grave.

Ricardo Ordóñez Jaramillo