En Ecuador en forma casi pendular se han dado dos modelos de gobernabilidad económica y social.

El modelo neoliberal, que es una forma de pensamiento ideológico que basa su estrategia en la acción del mercado, de los consumidores y en la libre oferta y demanda para fines de satisfacción de las necesidades de las élites a las que pertenecen, y busca la liberación del comercio exterior, eliminar las distorsiones en los sistemas de precios, la reducción del tamaño del Estado a través de las privatizaciones, y liberar las tasas de interés.

El modelo neoestructural, que es una corriente que con algunas variaciones se ha dado en la década supuestamente ganada por la revolución ciudadana de la corrupción, regida por un Estado proteccionista, con base en la renta petrolera que propugna el desarrollo del Estado desde adentro. En el papel trata de orientar la producción hacia las necesidades de la las clases desposeídas, fomentar la creación de ventajas competitivas a través de la diversificación de las exportaciones y el aumento de la productividad mediante avances tecnológicos y el empleo de mano de obra calificada.

Ambos modelos, a su tiempo, han sido un completo fracaso en el Ecuador.

Manuel Posso Zumárraga