Cartas de lectores

¡Guayaquil, tierra de nadie!

Si no le alcanza el presupuesto para lograr este cometido, sería bueno que le pida “una manito” al gobernador de la provincia...

La Perla del Pacífico se está convirtiendo de a poco en una especie de hotel ambulatorio y maloliente. Extranjeros indocumentados de norte y sur, que por las noches duermen con sus hijos en portales y durante el día deambulan por las calles con hambre y harapientos, parece no tener remedio. Existe clamor ciudadano contra quienes se adueñaron arbitrariamente de la vía pública, llenándola con mangueras para lavar carros a cualquier hora, sin respetar que aceras y peatonales son lugares exclusivos para tránsito normal de niños y mayores. No es justo que la Ab. Cynthia Viteri no se haya enterado de este problema. Que el director de Justicia y Vigilancia trabaje un poquito más, haciendo respetar la ordenanza municipal. Este desorden ha colmado la paciencia de quienes habitan en la Martha de Roldós y Juan Tanca Marengo. No está bien que las barandas de parques recién construidos y pintados con el impuesto que pagamos los guayaquileños sirvan para secar ropa sucia, y que quienes transitan por estos lugares aprendan a no enredarse con los cables de energía eléctrica que estorban el paso de los que se dirigen a sus lugares de trabajo. Sra. Viteri, los guayaquileños nacidos, criados y educados en esta ciudad le pedimos de favor que profesionalice a su policía metropolitana. Sus elementos no parecen capacitados para resolver estos problemas. Si no le alcanza el presupuesto para lograr este cometido, sería bueno que le pida “una manito” al gobernador de la provincia, para ver si juntos ponen en vereda a malos ciudadanos que hacen lo que les viene en gana con la vía pública.

Emilio Ruiz Ortiz