Glas excarcelado

La millonaria campaña de un año debilitará cualquier bolsillo, por ladrón que sea

Según Hexham, el plagio es un acto cometido por un ladrón de poca monta, un ladronzuelo. Jorge Glas plagió en 2012 el 53 % de su tesis de ingeniero, por la cual debió ser despojado de su título, pero ni la Espol ni Senescyt hicieron nada; todo quedó en la impunidad. Fue vicepresidente de la República entre 2013 y 2018; el 13 de diciembre de 2017 fue sentenciado a 6 años de prisión por asociación ilícita; el 7 de abril de 2020 fue sentenciado a 8 años de prisión por cohecho pasivo agravado en el caso Sobornos; en ese caso también se sentenció a Rafael Correa. En 2021 recibe una tercera condena por coautor de peculado en el caso Singue, sentencia que no está en firme por apelación de la defensa. El 9 de abril de 2022, el correísmo presentó una solicitud de ‘habeas corpus’, logrando que un juez de Manglaralto lo libere. Abandonó la cárcel de Cotopaxi sonriente, bien afeitado y con arete. Fue vitoreado por correístas y otros conocidos delincuentes sin grillete, que ya lo designaron próximo primer mandatario. Jueces constitucionalistas consultados y la opinión pública consideran ilegal el procedimiento. El SNAI no chistó (¿) y bajó la cabeza en la audiencia que concedía el ‘habeas corpus’ a Glas, emitió la apelación respectiva y la Corte de Santa Elena ordenará el regreso de Glas a Latacunga. Hasta tanto se le instalará estricta vigilancia; su única salvación sería la fuga. El Gobierno ha sido el más afectado por esta dolosa libertad; la recaptura de Glas sería el único bálsamo que mitigue las protestas y la consulta que planea Lasso sea positiva. La libertad de Glas ha ocasionado el festejo de asilados y fugados liderados por Patiño y Ribadeneira, que ven en la evaluación y destitución de Llori la única esperanza de torcer la justicia, volver al país y allanar el camino para que el delincuente mayor sea declarado inocente, cometido imposible. Sin posibilidad de intervenir en elecciones, solo les quedan de candidatos ‘líderes’ correístas que son bandidos, identificados, detestados y glosados. La millonaria campaña de un año debilitará cualquier bolsillo, por ladrón que sea.

Dr. Carlos Mosquera Benalcázar