Embarazos en adolescentes: colegios mixtos duplicaron el índice

Al igual que con la tabla de consumo de drogas, la equivocada decisión del gobierno correísta de convertir emblemáticos planteles de varones y mujeres en colegios mixtos, incrementó ostensiblemente el grave problema social y de salud pública de la gestación en adolescentes. La tasa mundial es de 49 por cada 1.000 chicas. Ecuador tiene la cifra más alta: 111, Honduras 103, Venezuela 95, Nicaragua 92, Guatemala 90, lo que contrasta con Chile, con 41 y la UE, con 17 por cada mil señoritas. 

Esta es una cifra pavorosa para el país, ya que de 300.000 nacidos vivos que aprox. se dan cada año, el 50 % a su vez corresponde a mujeres entre los 10 y 19 años, y de esta cifra el 78 % está entre los 10 y 14 años. La edad biológica ideal para embarazarse y tener hijos es entre los 20 y 35 años.

Una embarazada adolescente no es apta para la gestación, ya que no ha madurado psíquica ni físicamente. Su embarazo se convierte ‘per se’ en un evento de alto riesgo (índice de Morbimortalidad materno-fetal se duplica). De 64 por cada 100.000 nacidos vivos pasa a 130 × 100 mil. Y sin mencionar la falta de un control prenatal, el peligro de enfermedades de transmisión sexual y el grave problema de salud pública con la elevada carga social que esto significa. 

El Estado y la sociedad deben implementar medidas efectivas para corregir esta situación. Sugerimos: 1) Volver al sistema anterior de colegios masculinos y femeninos. 2) Educación rica en valores y preceptos morales. 3) Fortalecer el núcleo familiar. 4) Escuela para padres. 5) Dictar Biología de la reproducción en nivel primario y secundario, que gradual y didácticamente enseñe a los niños, jóvenes y adolescentes a conocer las funciones biológicas de su cuerpo y de la naturaleza humana, con una información técnica, científica y especializada del equipo de Salud sobre la planificación familiar, sin dejar de mencionar la abstinencia como la mejor opción y haciendo hincapié en los peligros de una sexualidad irresponsable, con sus terribles consecuencias: embarazo en adolescentes y enfermedades de transmisión sexual.

Dr. Francisco Plaza Bohórquez

Gineco-Oncólogo y Mastólogo