Cartas de lectores: El Estado también vacuna

Críticas a la nueva declaración aduanera: burocracia excesiva, impuestos injustos y corrupción sin freno en Ecuador

La nueva declaración de Aduanas antes de viajar que se había anunciado nos colmó la medida. En Ecuador ya nadie puede hacer nada sin antes pedirle permiso a un burócrata. Lo único que nos falta es que el Estado nos pida antes de salir de casa copia notarizada de nuestra rutina diaria de trabajo, debiendo antes pagar una tasa en el Banco del Pacífico o en Western Union.

Todos hemos justificado el incremento del IVA para tener seguridad. La gestión de los ministros del Interior y de Defensa es impecable, y pudo ser aún mejor sin estas leyes fuera de contexto, que permiten en un conflicto armado o guerra interna, se evada la justicia militar y se entregue a los sicarios a la impunidad de una justicia ordinaria. El Estado no debería complicarse con nuevos impuestos, les sería más fácil cerrar un gran número de instituciones inútiles, que solo existen para sufragar el buen gusto y corrupción de su burocracia, lo que permitiría que el Estado no nos agobie más con su voracidad impositiva. Luego se preguntan por qué no hay trabajo e inversión extranjera.

Los ecuatorianos no sabemos qué es peor, si las vacunas de los GDO o la extorsión impositiva del Estado. El móvil de ambos es el dinero y el daño a la economía es el mismo, gracias a una burocracia voraz que se ha multiplicado en proporciones geométricas desde 2008, en que se les dio la coerción de las coactivas, que terminaron con la devolución de $ 79 millones en CNE. ¡Ya basta de tanta corrupción y abusos!

Juan Orús Guerra