Cartas de lectores | “La histórica casa de Gabriel García Moreno se renueva”

No es posible identificar en el reportaje si los errores que aparecen son de responsabilidad de los informantes o de la periodista

El 11 de marzo publicaron un reportaje sobre el inicio de la intervención en la casa de García Moreno en Quito por parte del Instituto Metropolitano de Patrimonio para convertirla en sede del Archivo Metropolitano de Historia. No es posible identificar en el reportaje si los errores que aparecen son de responsabilidad de los informantes o de la periodista que redacta la nota. Puntualizaré algunos. Se dice: “Tras permanecer una década abandonada”. El abandono tiene más de tres décadas. Se da desde 1991, cuando pasó de manos del Ministerio de Educación y Cultura al Municipio, que lo convirtió en bodega de muebles y máquinas dadas de baja. Desconozco que la casa haya sido ocupada por gente extraña, si fuera así, demostraría la incapacidad de la institución de cuidar sus bienes. Se dice: “El deterioro era tal que hasta 2020 la fachada... se apoyaba en altísimos andamios”. Ante la incapacidad de darle un nuevo uso al inmueble, el Municipio lo entregó en comodato al gobierno de España como Centro Cultural. En 2009 se invitó a 10 equipos del país a participar en un concurso de anteproyectos para restaurar y adaptar la casa a este nuevo uso. La crisis económica obligó a suspender el proyecto y a devolver el inmueble a la Municipalidad, y continuó como bodega. Por suerte, la embajada levantó una sobrecubierta metálica, muy bien construida, que “se apoyaba en altísimos andamios”, lo que evitó mayores daños a la estructura. En el recuadro “Un pasado lleno de traspiés” se dice que los arquitectos Juan Pablo Sanz y Francisco Schmidt llegaron al país para construirla. Es imposible que el primero haya llegado al país para esto porque era quiteño y residía en su ciudad natal. Y Schmidt llegó desde Nueva York con los Hermanos de las Escuelas Cristianas. No se tiene certeza de quién la diseñó y construyó, se cree que fue realizada por Thomas Reed y Juan Pablo Sanz. Reed era “arquitecto de la nación”, contratado por el gobierno de García Moreno desde 1862, y tenía autorización para celebrar contratos con particulares. También se dice que la casa la perdió el hijo de García Moreno, por deudas. Esto es errado. Al fallecer sorpresivamente Gabriel García del Alcázar, sin testamento, sus primas, herederas de sus cuantiosos bienes negociaron con el Estado el pago del impuesto a la herencia con la transferencia de esta propiedad.

Alfonso Ortiz Crespo