Cartas de lectores: Amasando fortuna

Hay gente que tiene poco dinero y vive humildemente, y a pesar de las tribulaciones de la vida son más felices que otros

La ambición al dinero es un intenso impulso hacia el éxito y el poder, un deseo de fama o riqueza. La Biblia dice que hay que evitarla. Amar al dinero es la raíz de los males. Se debe evitar caer en la trampa de la avaricia; por ella algunos se han alejado de la fe y han causado muchísimos sinsabores (1 Timoteo 6 : 10). Una tumba mide dos metros por 1,50 de profundidad; no cabe más, incluida la conciencia. Existen muchas personas que lo tienen todo y aun así son infelices; se quejan hasta por la luz que se va por horas, aunque saben que el Gobierno asumirá la mitad de la planilla. El dinero facilita las cosas pero la felicidad hay que encontrarla y saberla vivir. Moraleja: no es rico el que tiene mucho dinero sino el que vive contento, con salud y sin quejas diarias. Ser feliz es cuestión de actitud; la felicidad está en el interior de nuestro ser. Es un estado mental. Hay gente que tiene poco dinero y vive humildemente, y a pesar de las tribulaciones de la vida son más felices que otros que tienen todo. Pregúntele a una persona con dinero cómo le va y la respuesta será: ¡hay hermano/a!

Javier Valarezo Serrano