Cartas de lectores | ¿Prioridades?
Ecuador se une masivamente por un reto ficticio de desayunos, mientras ignora crisis reales de salud, educación y seguridad
En un país a punto de colapsar, con un sistema de salud inoperante, educación pública paupérrima, una de las tazas más alta de crímenes violentos, parece haber una sola prioridad en la que todos los ecuatorianos coinciden, en que debemos unirnos para luchar de forma mancomunada: un reto falso, inventado por un ‘influencer’ en redes sociales.
Parece una especie de chiste macabro, un humor muy oscuro, pero esta es la realidad de nuestra sociedad; la misma sociedad que no se une para reclamar al Estado los servicios que por derecho merece, resulta ahora ser un solo puño a la hora de combatir por lo realmente importante: una competencia virtual ficticia.
Si con este antecedente el lector aún no encuentra nada absurdo en las líneas anteriores, a continuación he de explicarle brevemente de qué va el reto y lo que ofrece a cambio. Se trata de una supuesta ‘competencia gastronómica internacional de desayunos’, lo cual no suena nada mal. Sin embargo, resulta que no existe jurado alguno, nadie prueba los desayunos, da completamente igual si la comida es buena o mala. El único juicio que los platillos reciben es el de los ‘likes’ y comentarios que los usuarios dejan en las plataformas. Algunos se indignan con el ‘influencer’, como si fuera él quien decide cuál desayuno es más rico, o como si él los hubiera preparado. Algunos incluso llegan a pelear entre hermanos latinoamericanos, debatiendo desde el origen de uno u otro platillo, hasta evocando el más recóndito resentimiento colectivo entre países por algún conflicto bélico del siglo pasado.
Lo que nos genera placer proyecta mucho de nuestra personalidad. ¿Qué dice de nosotros, como civilización, que tantos millones de personas estén más pendientes de un concurso de ‘likes’, que de la realidad que los rodea? Al parecer es mucho más cómodo y tolerable pasar la vida escapando de ella de 30 segundos en 30 segundos, buscando algo que nos disperse de un sistema en pleno colapso, pero que es responsabilidad de todos cambiar. El siglo XXI parece ser la edad de la atención dispersa, tanto a nivel clínico como a nivel social.
José Luis Freire