Cartas de lectores | Mi tierra sufre, no aguanta más

A empujar todos la carreta atascada de nuestro país y sacarla del fango en que se encuentra, para crear un nuevo Ecuador

El país vive la tercera semana de paralización por la derogación del subsidio del diésel. Me pregunto: ¿acaso nos enseñaron a ser mendigos, estirar la mano y esperar todo gratis?

La vida es dura, pero cuando se cosecha lo que hemos sembrado con esfuerzo, dedicación y amor, produce satisfacción. El progreso viene del esfuerzo, no del regalo ni de la dádiva. ¡Es hora de trabajar!

¿Cuánto tiempo más debemos esperar y ceder al chantaje de los señores de la Conaie? Prefieren botar los alimentos a la calle para bloquear el paso y desabastecer los mercados, antes que continuar trabajando.

Incitar a la violencia, al caos, eso es vandalismo; no son terroristas, pero lo parecen por sus acciones.

El diálogo es importante en una discordia: un diálogo franco, efectivo y permanente, que analice con objetividad el problema.

Nelson Mandela decía: “Si puedes hacer la paz con tu enemigo, debes trabajar con él; entonces se vuelve tu compañero”.

Evitemos las confrontaciones entre hermanos. No a la violencia, venga de donde venga. Esta protesta social, con ideas erróneas, causa daños a la propiedad privada. Luchar por tu propia codicia significa el fin de tu existencia pacífica.

Ecuador es un país pequeño, pero con una belleza natural que Dios, al dar las pinceladas, se esmeró en pintar y nos regaló un mundo de colores, que hoy debe brillar más que nunca con la esperanza de un mejor mañana.

Pidamos por nuestra tierra, por este pedazo de mundo que a veces pierde el norte y equivoca su rumbo. Haz que en el suelo que amas florezcan el honor nacional y la paz que tanto necesitamos.

A empujar todos la carreta atascada de nuestro país y sacarla del fango en que se encuentra, para crear un nuevo Ecuador.

Sara María Garaicoa Granizo