El alma vegetativa nos sustenta

Nuestras actividades, a causa del uso irresponsable y el abuso de los bienes que custodiamos, y el cambio climático, están alterando los ecosistemas y dañando la biodiversidad

Ahora se habla de turismo más ecológico y sostenible. La barbarie humana destructiva contra el alma vegetativa, tan enfermiza como cruel, no es buena para nadie, ni para el sector agrícola que aminora ingresos, ni para los consumidores. Nuestras actividades, a causa del uso irresponsable y el abuso de los bienes que custodiamos, y el cambio climático, están alterando los ecosistemas y dañando la biodiversidad, al tiempo que instauran nuevas atmósferas de epidemias, capaces de activar todo tipo de pestes, en un momento en que los viajes y el comercio internacional no cesan. De ahí la urgente obligación de salir de este espíritu degradante, que todo lo incendia y desmorona a su antojo. 

Víctor Corcoba