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María Esther Hernández
María Esther Hernández.Gustavo Guamán

María Esther Hernández: "Yo presenté síntomas de depresión y ansiedad"

Guapa, carismática y con muchas ganas de ayudar. Así es la reina de la capital de la República.

Cuando en noviembre de 2022 fue coronada como reina de San Francisco de Quito, María Esther Hernández tenía 24 años. Visitó tierra guayaca para festejar la fundación de Guayaquil. Ahora ya tiene 25, es administradora de Empresas, modela, mide 1,67 metros, practicaba fútbol, pero lo dejó porque prefiere el baile, especialmente los ritmos tropicales y urbanos, así como el zumba. Por ahora está libre sentimentalmente.

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No es su primera experiencia como reina.

En 2018 participé en Miss Atlántico Internacional, que se desarrolló en Punta del Este, Uruguay. Quedé tercera finalista y gané mejor traje típico. Ahí aprendí un montón. El reinado de Quito siempre estuvo en mis planes, era mi gran sueño. Me interesó porque se enfoca mucho en la labor social y me encanta representar a mi ciudad e inspirar a mujeres, jóvenes y niños.

Aquello me ha motivado, porque no es sencillo ser una reina para trabajar por la ciudad y el país. No solo nos enfocamos en la capital. Compartimos con la gente de Alausí y Esmeraldas. No solo la donación económica es importante, también dar los ánimos y fuerzas que necesitan. Tengo un proyecto dirigido a la salud mental que se llama Sanamente.

Muchas veces hablar de salud mental es como decir una mala palabra. ¿Ha vivido depresiones?

Yo presenté síntomas de depresión y ansiedad hace tres años. Muchos creen que fue por la pandemia. Aquello se dio cuando mi mejor amiga, Alejandra, falleció de leucemia. Apenas tenía 23 años. Fue un detonante para que todo se desarrollara. Ella me inspiró para entrar al concurso. A veces no queremos reconocer que algo nos está pasando, empezaron a parecer otras dolencias en mi cuerpo, como migrañas.

Aparentemente, atravesaba una buena etapa. Trabajé en una farmacéutica en la que aprendí mucho de salud mental, luego me contrataron en otra empresa que apoya a las mujeres y me di cuenta de que somos capaces de salir adelante. Por ello, mi proyecto se basó en mujeres víctimas de violencia de género que presenten síntomas de depresión y ansiedad. Sé que todavía existe estigmatización con respecto al tema.

Ya los famosos hablan de ello abiertamente.

Ojalá cada vez se hable más del tema y con mucha responsabilidad. Que hablen es un gran paso, estamos en el paso de la aceptación, pero como sociedad qué estamos haciendo al respecto. Nos falta informarnos, me ocurrió con mi mamá (Nancy), a la que le dio ataques de ansiedad. No supe cómo reaccionar.

Hasta que no se vive algo así, no se lo entiende. La depresión y la ansiedad pueden llevarnos a acciones terribles y enfermedades. Cómo generamos esa empatía. Hay personas que viven con un dolor que no se ve, muchos sienten más empatía por alguien con una discapacidad física porque la ven. No sienten lo mismo por algo que no ven.

¿Cómo logró superar las depresiones, ya que no es tan fácil?

Yo recibí terapias, regresé a bailar, aquello me ayudó en lo físico y emocional, empecé a preocuparme por mí, a cumplir mis sueños, sentí paz. El baile me ayudó a sanar, a sacarme el peso, el estrés que sentía. No me molesta decir que acudo a terapias. Considero que estar bien en todos los sentidos es fundamental.

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¿Qué le gusta comer en las huecas como buena serrana?

La gastronomía de la Sierra es variada y muy sabrosa. Para comenzar me encantan las empanadas de morocho con ají, un mote con chicharrón. De plato fuerte, hay algunas opciones. Los sánduches de pernil que venden en el centro de Quito. Las tripas en el sector de La Floresta y una deliciosa corvina en el Mercado Central. Además, el helado de paila, higos con queso y quesadillas. Todavía no conozco las huecas del sur. Ahí venden deliciosos hornados.

Para saber mandar, hay que saber con cuántas papas se hace un logro.

(Risas) Me defiendo en la cocina. Aprendo de mi mamá. Vivo con ella y con mi padre (Jorge), que es guayaquileño. Tengo familia en esa urbe, disfruto los cangrejos y el ceviche de pescado, así como el encebollado. Hace poco falleció mi tía (Rita) de cáncer. Apoyo a niños con esa enfermedad. Ella me motivó a cumplir mi sueño de ser reina.

¿El amor todavía no ha tocado las puertas de su corazón?

Tuve una pareja, pero es complicado mantener una relación cuando estás en un reinado, aunque no es imposible. Un romance es una responsabilidad. Ambos tienen sueños, es importante darle tiempo de calidad a las personas, no solo a un novio, además a familiares y amigos. Cuando eres reina, la vida cambia, así como la agenda.

Cuando el próximo mes de noviembre entregue la corona, ¿qué es lo primero que hará?

Lo primero es irme de vacaciones, me gané un pasaje a Miami. Espero aprovecharlo, además me encanta la playa, la Costa. Quiero desconectarme un poco. He conocido varias marcas y agencias, tal vez trabaje en un futuro con ellos. No deseo desvincularme del modelaje.

María Esther Hernández
Le encanta su ciudad y se siente orgullosa de ser serrana.Gustavo Guamán

Generalmente, las soberanas no solo prueban suerte en un reinado, lo intentan en otros.

Me lo han propuesto, pero por ahora no está en mis planes. Aunque siempre estoy abierta a nuevas oportunidades. Quiero terminar mi reinado de la mejor forma, trascender. Más allá de que recuerden que fui reina de Quito, aspiro a que me recuerden como María Esther, el ser humano. Soy más que una banda y una corona.

¿Qué tan quiteña es usted?

(Risas) Me encanta mi ciudad, he aprendido un montón. Tuve la oportunidad de conocer barrios que nunca había visitado. Uno de ellos es Tenerias, allí no hay luz ni agua. Me emocioné cuando la gente dijo que esa era la primera vez que una reina va a ese lugar.

¿Le molesta que le digan serrana o paisana? Generalmente, el término se lo usa de manera despectiva.

No me incomoda, sé que a veces el término no se lo usa debidamente ni se le da el tono adecuado. Somos serranos y quiteños, nos sentimos identificados, eso somos y nos sentimos orgullosos.

Como la mayoría del tiempo visto de manera formal por el reinado, con tacos y maquillaje, prefiero los jeans y zapatos deportivos en otras ocasiones.

María Esther