Editorial: Fiscalización real y sin circo

La Comisión, en lugar de investigar a los verdaderos responsables, se apoya en testimonios de mafiosos

El gravísimo problema de corrupción que carcome al sistema de salud no puede seguir siendo tratado solo como un espectáculo de dimes y diretes entre un prófugo de la justicia y un sentenciado a más de 35 años de prisión por corrupción hospitalaria. 

Es vergonzoso que la Comisión de Fiscalización de la Asamblea haya decidido convertir en insumo principal a los testimonios de miembros de las mafias sanitarias, que jamás podrán considerarse referentes de ética pública. 

Lejos de cumplir con su deber fiscalizador, la Comisión actúa con tibieza, guiándose por filtraciones interesadas, sin tener una ruta clara de investigación. Debería citar a rendir cuentas a los actuales y anteriores miembros del Consejo Directivo del IESS, a exministros y exdirectores de Salud, y también al fiscal general y a los demás fiscales que por omisión o complicidad no actuaron cuando las pruebas de saqueo eran evidentes. 

Urge una investigación profunda y seria, no una farsa mediática. Es momento de ir contra los verdaderos ‘Fitos’ del sistema de salud, esos que han robado en silencio y que con su negligencia y codicia han causado más muertes que el narcotraficante extraditado. Ecuador necesita un baño de verdad, sin pactos de impunidad: deben caer los corruptos, sus cómplices, los encubridores y todo funcionario que, por acción u omisión, haya permitido que miles de enfermos mueran sin atención.