turistas
Tradición. Los turistas encuentran variedades de productos en las ferias.JOFFRE LINO

Turistas descubren tesoros culturales en las ferias de los balnearios peninsulares

A más de las artesanías se ofrecen productos de las comunidades

Sol, mar, cultura y tradición. Así se resume la experiencia que viven miles de turistas cada año al visitar las playas de la provincia de Santa Elena.

loteria de visas

Lotería de visas resultados: pasos para conocer si eres uno de los ganadores

Leer más

Pero más allá del atractivo natural de sus balnearios, un nuevo interés crece entre los visitantes: los productos ancestrales elaborados por las comunidades locales, que son ofrecidos en coloridas ferias artesanales ubicadas a lo largo de la costa peninsular

Lo que comenzó como una iniciativa comunitaria para promover la economía local, se ha convertido en un punto de encuentro entre culturas. Los visitantes, sorprendidos por la autenticidad y el valor natural de los productos, se detienen a conocer y adquirir desde miel de abeja pura, extraída de colmenas en los campos de Colonche, hasta hierbas medicinales como hierbaluisa, manzanilla, eucalipto y orégano silvestre, cultivadas sin químicos y utilizadas por generaciones como medicina natural.

Te podría interesar: ANT establece nuevos rangos de velocidad: Lo que debes saber sobre las multas

"No solo se ofrece atractivos, sino historia"

Catedral Santa Elena

Un templo de identidad cultural entra en etapa de restauración

Leer más

Uno de los grandes atractivos es también el palo santo, una madera aromática utilizada tradicionalmente para limpiezas energéticas y aromaterapia. Su característico olor y su significado espiritual despiertan curiosidad y admiración entre los turistas que buscan experiencias más conectadas con la tierra y el bienestar holístico.

A esto se suman verdaderas joyas de la artesanía nacional: los finos sombreros de paja toquilla, tejidos a mano con gran dedicación y técnica, declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Su frescura, elegancia y durabilidad los convierten en el recuerdo perfecto para quienes desean llevar consigo un pedazo auténtico del Ecuador.

No menos llamativos son los productos elaborados con materiales como la tagua -conocida como el marfil vegeta y el sapan, una fibra vegetal resistente que se transforma en pulseras, collares, figuras talladas y utensilios decorativos. Cada pieza refleja el talento de los artesanos y el profundo respeto por la naturaleza.

Mateo Lima, artesano de Colonche, destaca que lo que ofrecen no es solo un producto, sino la historia.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!