La presencia de un cocodrilo que alarmó el domingo 2 de julio a turistas y nativos en el balneario de Salinas, jurisdicción de Santa Elena, no es la única novedad que en estos últimos días ocurre en la zona turística.

Algunas personas que acuden a ejercitarse en la playa han sido testigos de la presencia de animales marinos muertos. Lobos marinos, tortugas, pelícanos y otras especies han sucumbido en la orilla.

La última novedad se presentó el pasado fin de semana en Punta Blanca, donde a lo largo de la playa se apreciaron los restos de especímenes sin vida. Y días antes, también se reportaron hechos similares en Punta Carnero, Ballenita y Valdivia.

“A diario acudo por la mañana a la playa de Ballenita y he sido testigo de estos casos. Considero que se debe al calentamiento del agua de mar. Además, existe mucha contaminación ambiental. Todo esto está afectando de manera considerable a las especies marinas”, argumentó el médico Diego Alejandro.

El profesional conserva diferentes fotos de los sucesos que vienen ocurriendo de manera reiterativa, desde hace unos dos meses. La situación cada vez es más preocupante, dice, y aunque se ha informado de los hechos a las autoridades respectivas, no se conoce de manera oficial a qué se deben los decesos de estos ejemplares.

Para el oceanógrafo peninsular Johnny Chavarría, una de las hipótesis podría ser la falta de alimentos por la migración de los pelágicos pequeños, debido al calentamiento del mar.

“Al no encontrar alimento, salen hacia la orilla y mueren. Se debería hacer un análisis profundo de esto”, expresó el experto.

El pescador Modesto Suárez coincide con Chavarría al indicar que se han alejado de la orilla los peces pequeños que sirven de alimento para algunas de estas especies. “La sardina, el chuhueco, la hojita, que sirven de comida para los lobos marinos, están distantes. Puede ser eso”, planteó Suárez.