Falta computadora
A través de un teléfono celular vetusto, esta madre trata de comunicarse con los maestros de sus hijos. En su casa no hay computador.Álex Lima / EXPRESO

Clases virtuales con 1’000.000 de alumnos sin conectividad

El año lectivo arranca oficialmente en el régimen Costa, con 2’500.000 estudiantes. La falta de Internet, computadora y teléfono preocupa a padres

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Debido a la pandemia mundial por el coronavirus, el ministerio de Educación dispuso que el nuevo periodo escolar 2020-2021 que inicia oficialmente este 1 de junio en el régimen Costa, se desarrolle de manera virtual. Son 2’500.000 estudiantes de planteles fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales que implementarán el modelo pedagógico ‘Aprendemos juntos en casa’. Cuando no se dispone de un espacio adecuado para concentrarse y hacer las tareas, y tampoco se cuenta con banda ancha de Internet, computadora o teléfono celular, estudiar bajo la modalidad virtual se parece a ir contra una corriente peligrosa, que amenaza con doblegar voluntades. Incluso las más firmes.

Sin embargo, un millón de niños y adolescentes no tienen computador, laptop o un teléfono inteligente; tampoco tienen cuentas de Internet en sus casas ni en sus móviles, según lo han reconocido las autoridades educativas, lo que acortará las posibilidades de aprendizaje.

El Gobierno debería darnos los recursos tecnológicos para que nuestros hijos reciban clases sin salir de sus casas. Yo tendré que llevarlos a donde un vecino para que inicie la jornada.

Josefa Pozo, habitante de Monte Sinaí, al noroeste de la ciudad

En la provincia de Guayas, solo la mitad de los hogares cuenta con acceso a una computadora, de acuerdo con un estudio del Instituto de Estadística y Censos (INEC). En el resto del país la situación es peor, ya que 7 de cada 10 ecuatorianos no tienen acceso a equipos tecnológicos, entre computadoras portátiles y de escritorio.

Asimismo, de cada 10 chicos, tres viven hacinados y una proporción similar comparte cama o colchón para dormir, haciendo sumamente dificultosa la posibilidad de contar con un espacio adecuado para realizar las actividades escolares.

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Los sectores que más evidencian la falta de acceso a la tecnología son aquellos situados en el suburbio (suroeste), isla Trinitaria (sur) y Monte Sinaí (noroeste).

En esta última zona, donde está ubicada la cooperativa Voluntad de Dios, vive Josefa Pozo y sus cuatro hijos que cursarán el tercero, sexto y séptimo año de educación básica y primero de bachillerato, en la unidad educativa fiscal América.

Debido a la falta de equipos tecnológicos, había decidido que mis hijos no estudien este año; pero me dio pena quitarles ese derecho. Los vecinos se han ofrecido a ayudarme.

Ana Ortiz, madre de cinco niños en edad escolar

Ellos habitan en una casa de caña con piso de tierra. No tienen acceso a Internet, computadora o a un celular para recibir las clases.

Josefa dice que este problema lo ha reportado a las autoridades del Distrito Educativo y a quienes serán los maestros de los menores. “Me dijeron que me iban a ayudar, pero hasta ahora no tengo ninguna respuesta”, informa angustiada la ama de casa, mientras prepara el almuerzo en una vetusta cocina que está junto a la mesa que utilizan para comer, pero que también servirá de pupitre para sus hijos, una vez que empiecen la jornada escolar.

En la mesa despintada no hay computadoras, solo unos lápices desgastados y algunos cuadernos del año pasado que aún tienen hojas en blanco y que le han servido para anotar ciertas disposiciones impartidas por los profesores, a través de los equipos tecnológicos que le han prestado sus amigos.

“A pesar de la cuarentena, he tenido que salir de casa para ir a donde los vecinos para que me presten su computador o celular, con el fin de ponerme en contacto con los maestros. Ahora que empieza el año lectivo tendré que hacer lo mismo y además llevar a mis hijos para que allí reciban sus clases”, indica Josefa, quien hasta el momento no tiene claro cómo van a trabajar los chicos en el primer día de clases.

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El problema de ella no es el único. En ese sector hay muchas familias que tampoco cuentan con dispositivos.

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Los padres de familia están preocupados porque no cuentan con los recursos tecnológicos para las clases virtuales de sus hijos.Álex Lima / EXPRESO

Elena Morán vive la angustia por la futura preparación académica de su hija que va a segundo de básica. Ella tampoco tiene computadora, pero sí posee un teléfono inteligente que compró hace tres años.

El problema es que no tiene dinero para adquirir los paquetes de Internet. “En estos días he tenido que hacer recargas para acceder a la plataforma, para contactarme con los maestros que estarán a cargo de la enseñanza de mi hija, pero no creo que pueda seguir gastando $ 10 diarios, que es lo que representa el consumo en llamadas, videollamadas o WhatsApp”, comenta la mujer, cuyo ingreso familiar lo proporciona su esposo, un vendedor informal que gana 15 dólares diarios.

La ministra de Educación, Monserrat Creamer, ha señalado que los alumnos podrán apoyarse en el Portal Plan Educativo Covid-19 ingresando en https://recursos2.educacion.gob.ec/ y que contiene actividades pedagógicas en casa organizadas por día, asignatura, textos digitalizados, lineamientos y protocolos para estudiantes, familias y docentes.

Además, dice que hay más de 30 plataformas y portales por nivel y subnivel, así como acceso a cursos de formación docente en otras plataformas.

Pero Josefa y Elena aseguran que hacer uso de este material será imposible para ellas, debido a la falta de equipos.

Según el ministerio, las personas que no tengan acceso a un celular o computadora deberán seguir las clases en televisión y radio. Los programas se emitirán por grupos de edad.

Para algunas familias esta opción también es complicada, ya que tampoco cuentan con estos aparatos. Y si los tienen, están dañados.

Entonces, las autoridades ofrecen otras alternativas: el Comité de Operaciones Emergentes (COE) provincial y cantonal les harán llegar a los niños la guía estudiantil impresa cada semana.

A los padres les preocupa esta alternativa, ya que serán ellos quienes deberán guiar a los niños en el desarrollo de las tareas. “Cómo puedo enseñarle a mi hijo los contenidos escolares, si yo ni siquiera terminé la primaria y lo poco que aprendí ya se me ha olvidado”, se cuestiona Carlota Cevallos, otra madre de familia que, al igual que varios representantes, había pensado en que su hijo no estudie este año, por las dificultades que pudieran presentarse por la falta de recursos tecnológicos.

LA CIFRA

16.568 planteles hay en el régimen Costa y 102.918 docentes en todos los sostenimientos.

DIFICULTAD POR CONEXIÓN INTERMITENTE

La falta de conectividad no es un problema exclusivo de los estudiantes de los sectores desprotegidos. Quienes sí cuentan con los recursos tecnológicos también sufren por las dificultades de conexión que tienen a través de las diferentes plataformas por las que 64.000 estudiantes de 91 colegios particulares reciben clases desde el 18 de mayo pasado.

Este sector educativo teme que el problema se acentúe una vez que todos los alumnos inicien clases desde hoy.