Cuatro asesinatos a bala en menos de tres días, registrados el último fin de semana, muestran la ola de violencia que afecta desde hace más de un año al territorio peninsular. El crecimiento es notorio, tal como lo demuestran las cifras en este tipo de delitos.

En 2021 fueron 47 muertes al estilo sicariato, situación que no había ocurrido en esta jurisdicción, cuyo número de asesinatos no sobrepasaba los diez al año. En lo que va de este 2022 ya suman 25 crímenes, por lo que se prevé que la cifra de 2021 sobrepase.

Todas las muertes tienen similitudes, las víctimas son acribilladas y, por lo general, sus asesinos huyen en moto. En los últimos cuatro hechos, en los que perdieron la vida los ciudadanos: Ronny Tumbaco Orrala, Carlos Gorotiza, José Gonzabay y Carlos Torres Emanuel, ninguno presentaba antecedentes penales.

La tendencia a puesto a la ciudadanía en un estado de alarma constante. “Vivimos en una intranquilidad terrible, casi a diario hay balaceras. A eso se suman los asaltos a negocios, personas en las calles y en la playa. ¡Hasta se descubrió una narcoavioneta! No se ve el accionar de las autoridades, ya dejamos de ser una provincia de paz”, se quejó Fernando Flores, habitante de La Libertad.

Esta ciudad es considerada como la capital comercial de esta provincia debido a su intensa actividad económica, pero también se ha convertido en la urbe más peligrosa de la Península: es la que más muertes violentas registra.

De los diez asesinatos ocurridos en lo que va de este mes de abril, ocho han ocurrido en los barrios de esta ciudad. Los otros dos han sido en el puerto pesquero de Anconcito.

“Es terrible enterarse de tantos asesinatos... Se ha perdido la calma que antes teníamos”, se lamentó el habitante Pedro Magallanes.

Por la peligrosidad en La Libertad, en junio de 2021 las autoridades locales la declararon en emergencia por 90 días, durante ese tiempo disminuyeron los crímenes. Pero después nuevamente se incrementaron los hechos delictivos.

Y esto afecta a uno de los motores de este territorio, el turismo. Así lo confirma Jamil Bazán, quien labora en la playa de Salinas. “Si esto continúa así, el turismo se ahuyentará. ¿Quién va a querer pernoctar en lugares donde ocurren balaceras? Las autoridades deben hacer algo urgente para detener esta matanza”, exigió.

Un comentario similar formuló Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara Provincial de Turismo. El dirigente señaló que el directorio espera reunirse en los próximos días con el gobernador y las autoridades policiales para ejecutar un plan efectivo de seguridad.

“Ya basta de tanta planificación, con lo que está pasando en la Península nadie se siente bien. Se necesita más refuerzo policial no solo en los feriados, sino para todos los días del año. Es urgente un método efectivo de seguridad”, indicó.

Precisamente el lunes anterior, el gobernador de la provincia, Fulton Anchundia, convocó a una reunión con la finalidad de articular acciones inmediatas ante el crecimiento delictivo en la zona. En la cita participaron los representantes de los entes policiales, militares, navales, tránsito, Fiscalía y Judicatura.

“Se ha solicitado a la Comandancia General de la Policía el incremento de más uniformados para la provincia, esperamos que nuestra solicitud tenga respuesta inmediata. Además, se ha hecho un reclamo a jueces y fiscales para que los delincuentes capturados se los procese y no recuperen la libertad tan fácilmente como viene ocurriendo”, enfatizó.