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15 de agosto de 2018. Presentación de Cynthia Viteri como candidata a alcaldesa de Guayaquil.Archivo

Los cambios crean tensión en el Municipio

Parte del equipo de Jaime Nebot ha sido sustituido en direcciones y jefaturas. En el Registro de la Propiedad pasó a lo judicial.

Antes de que Cynthia Viteri fuera elegida como candidata a la Alcaldía, hubo momentos de división de equipo en el Municipio de Guayaquil. Estaban los que querían que la aspirante al sillón de Olmedo sea la entonces vicealcaldesa Doménica Tabacchi y los que preferían a Viteri.

La propia alcaldesa le contó a EXPRESO, en una de las pocas entrevistas que ha dado a este medio desde que ganó las seccionales, que aquello de los bandos “fue un ejercicio democrático interno”, y que cada una trabajaba en su precampaña con su equipo. “Cuando se decidió mi candidatura, su equipo (el de Tabacchi) se unió al mío. Trabajamos desde allí como un solo puño”, explicó.

Sin embargo, el puño se fue desintegrando. Una vez que ella entró a la Alcaldía, cambió al director de Urbanismo, José Miguel Rubio, y, en mayo, también Pedro Pablo Duart decidió poner su renuncia.

Hoy en el Municipio hay una tensión entre los nuevos y los antiguos. Entre los que entraron hace un poco más de ocho meses con Viteri y quienes cuentan con algunos años trabajando bajo el mismo techo desde la época de Nebot.

El nombramiento de nuevos cuadros y la duplicidad de funciones entre rostros frescos y otros no tanto dentro del Municipio porteño, que EXPRESO relató en su edición de ayer, refleja la intención de la alcaldesa Viteri de colocar a personas de su confianza en puestos que considera relevantes dentro del Cabildo. Para algunos, una actitud comprensible; para otros, no tanto. Lo cierto es que este movimiento de fichas y el ingreso de nuevas provoca roces dentro del gobierno local y afecta algunos servicios.

Registro de la Propiedad

La polémica en el Registro de la Propiedad pasó al campo judicial

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El Registro de la Propiedad es uno de los casos. También publicado por este Diario a inicios de diciembre pasado, luego del nombramiento de la gerenta general de la Empresa Pública Municipal Registro de la Propiedad, María José Castelblanco Zamora, a mediados del año pasado, iniciaron los impasses con el registrador de la propiedad, Ivole Zurita, en el cargo desde 2011 cuando ganó el primer concurso de designación durante la gestión de Jaime Nebot.

Decisiones de la gerenta, como poner en marcha un plan piloto para el manejo sin libros del área registral, tensaron la relación entre la autoridad administrativa y la registral, aduciendo esta última una intromisión en sus funciones. Esto llevó el caso incluso hasta la justicia, que falló a favor de Zurita para detener la intención de la gerenta Castelblanco.

Uno más reciente. En diciembre fueron nombrados Gabriel Castro e Hilda Murillo como directores del Museo de la Música Julio Jaramillo y de la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, en ese orden, funciones que antes recaían en una sola persona, la historiadora Jenny Estrada, quien trabajaba desde la gestión de Nebot. Ella conversó con este Diario.

Su renuncia al Museo de la Música y a la Escuela del Pasillo, por diferencias administrativas con el director de Cultura, Melvin Hoyos, llegó al despacho de Viteri en septiembre; pero no fue hasta después de tres meses cuando recibió el aviso de salida.

Desde su lectura, considera que hay bandos. Entre risas dice que cree que a ella la ubicaron en el ‘nebotista’, porque hubo muchas barreras en los últimos meses.

Todo se tardó. El Concurso para Jóvenes Compositores cerró el 15 de octubre; solo dimos un premio simbólico, pero todavía en diciembre no se pagaba. Nunca había ocurrido aquello

Jenny Estrada, exdirectora del Museo de la Música y la Escuela del Pasillo.

“Antes de renunciar, mandé oficios, hice llamadas telefónicas; pero creo que la alcaldesa, en sus múltiples ocupaciones, no tuvo tiempo para atenderme. (...) Querían el espacio y lo ocuparon con las personas con las que tienen compromiso”, deduce la exfuncionaria.

Cuando Viteri entró en la Alcaldía, aseguró que “todo el que trabaja y que lo ha hecho bien, seguirá allí, que sería una mezcla de la experiencia de quienes estaban cuando llegó y “las ideas innovadoras que traerá la gente joven”.

Y sobre Jaime Nebot, añadió que su participación en su administración sería “la del amigo de siempre”, con esos más de 28 años de amistad que aseguró que continuarán. “Soy amiga del mejor alcalde que ha tenido Guayaquil. Él siempre será una luz, un motivo de orgullo... Las conversaciones que se necesiten tener con él, por supuesto que las vamos a tener”, aseguró entonces.

No hay gestos, declaraciones o indicios claros que hagan deducir que la actual tensión dentro del Municipio, por los cambios, escale hasta afectar la relación entre Nebot y Viteri.

No obstante, el consultor político Camilo Severino cree que es probable que el lazo entre los actuales líderes socialcristianos pueda verse afectado por este ambiente.

“Estos problemas a menor nivel nacen porque no hay reglas claras ni la cancha bien marcada. Y estas reglas las deben imponer los propios líderes. Lo que están viviendo en este momento (en el Municipio) son los puntos más evidentes, pero en las grandes esferas tiene que haber un desgaste. Y se notó en octubre en la medida que las dimensiones y roles de Nebot y Viteri en la ciudad aún no están claros”.

Esta tensión puede seguir e incluso aumentar, a criterio del experto, en la medida que el exalcalde Nebot postergue el anuncio de ser o no candidato a la Presidencia. Si decide serlo, su proyección será más nacional, dejando el espacio expedito para la alcaldesa dentro de la ciudad. Pero sino decide serlo, deberán seguir compartiendo ese espacio. “El tratar de mantener ese poder a nivel local se termina contraponiendo porque es un desgaste (para Nebot) y no se enfoca en lo grande. Creo que habrá un desgaste mayor siempre que no se marque la cancha”.

León Roldós, vicepresidente del Comité del Bicentenario, analiza que todos los cambios forjados por Viteri en direcciones y jefaturas en los últimos meses dejan clara la ruptura del equipo que dejó Nebot.

El analista político Marcos Miranda no coincide con Severino. Cree que estos roces internos no tienen el alcance para escalar al punto de afectar la relación entre la alcaldesa y su antecesor. “Creo que subir a roces entre ambos es difícil... porque Nebot debe proteger su imagen si le interesa algo el 2021. Además, no dijera nada bueno del exalcalde y de su administración que defienda y dispute, de ser el caso, cargos a quienes lo apoyaron en su gestión. Él defiende la autonomía y ahora está en manos de Viteri”. A su criterio, colocar personal de confianza y apegado al plan del gobierno local no debería implicar un problema en la relación de Viteri y Nebot. “Eso es lo correcto en toda administración: si quieres mejorar y avanzar debes contar con personas apegadas al plan de gobierno y en las que se pueda confiar... Otra cosa es querer seguir gobernando desde afuera”.

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No es la primera vez que pasa aquello. Discrepancias por el manejo de la Alcaldía de Guayaquil (y también del Partido Social Cristiano) cuando el ahora exalcalde Nebot asumió las riendas de la ciudad (en el año 2000) tomando la posta al exalcalde León Febres - Cordero (+) provocaron tensión no solo entre funcionarios de la época, sino entre ambos líderes al punto de distanciarse por años.

De a poco los dirigentes fueron tendiendo puentes entre los dos políticos hasta que lograron consumar la reconciliación ya cuando el también expresidente se encontraba en la clínica Guayaquil, producto de una enfermedad.

La alcaldesa Cynthia Viteri fue consultada sobre este tema por este Diario a través de la Dirección de Comunicación y sus dos subdirectoras. Las respuestas no llegaron hasta el cierre de esta edición, pese a que la solicitud se envió con un mes de anticipación.