Marlene Martínez y María Preciado son las que más sufren cuando juega Ecuador. Y no por alguna mala jugada o gol que ha recibido el elenco nacional (uno solo ante Chile), en el Sudamericano sub-20, sino porque sus ‘bebés’, Jeampaul Herrera y Óscar Zambrano, están en cancha.

Los gritos de aliento de cada una de ellas son los que más se escuchan en el estadio del Deportivo Cali, escenario en el que juega el combinado dirigido por Jimmy Bran.

“Vamos Ecuador” o el popular “sí se puede”, son algunas de las frases que ambas lanzan desde las tribunas.

“Uno como madre sufre mucho desde afuera. A veces veo cómo a mi hijo le cometen alguna falta fuerte y me dan ganas de entrar a golpear al rival (risas)”, manifestó doña Marlene.

La madre de Herrera, lateral derecho de la Mini-Tri, reveló que llegó a Cali en compañía de sus otros dos hijos (Carlos y Thiago Herrera), por un regalo de Navidad que le hizo Jeampaul.

“Él sabía que nunca había salido del país en avión y aprovechó que había este Sudamericano para darme el viaje como regalo”.

A territorio caleño aterrizó el miércoles pasado, un día antes del debut ecuatoriano frente a Chile. Ese día llegó un poco atrasada al partido y no pudo cantar el himno nacional.

“Cuando llegamos ya iba a empezar el partido, vi que mi hijo miraba a las gradas para buscarme, entonces grité ‘vamos Ecuador’ y él levantó la mano, en señal de que me había escuchado”.

La madre del también jugador del Independiente del Valle contó que el lunes fue el cumpleaños de su ‘bebé’ y aprovechó para pasar unos minutos con él, en el hotel NH Royal, sitio de concentración de Ecuador.

“Llevé una torta, pero me la tuve que quedar, porque los ‘profes’ ya le tenían una para compartir con los demás chicos. Ahí pude pasar, le llevé de regalo unos zapatos y un par de camisetas y aproveché para abrazar a mi niño”.

Por su parte la madre de Zambrano también destacó que sufre mucho desde las gradas. Aunque se muestra un poco más calmada, reconoce que por dentro está nerviosita.

“Antes de que inicie el partido estoy rezando, pidiéndole a Dios que mi hijo no sufra alguna lesión”, contó doña María, quien se encuentra en Cali junto a su hija Yanira León.

Doña María aseguró que habla a diario con su hijo vía telefónica “para ver cómo está y si le falta algo”, pero que trata de no ir mucho al hotel de la Mini-Tri, para no desconcentrarlo.

“Respeto mucho el trabajo de mi hijo, si él necesita algo voy. Hasta ahora solo dos veces lo he ido a visitar”, indicó la mamá del volante de Liga de Quito.

Para ella también es la primera vez que puede acompañar a su hijo a un torneo internacional. “Aprovechamos que los pasajes no estaban muy caros, los compramos con dos meses de anticipación. Ojalá que la próxima salida del país sea para visitarlo cuando esté jugando en algún equipo del exterior”.

Para el duelo que este jueves 26 de enero (19:30) la Tri disputará ante Venezuela, ambas madres tienen previsto hacerse escuchar más de lo habitual, en el estadio del Deportivo Cali.