Los números son lapidarios. En los últimos ocho partidos, Barcelona apunta una sola victoria, cuatro empates y tres derrotas.

Es decir, de 24 puntos en disputa, apenas cosechó siete. En esos juegos marcó 10 goles y recibió nueve.

Salvo la goleada 4-0 sobre Cumbayá, que le permitió asegurar la primera etapa, el rendimiento del equipo de Jorge Célico ha dibujado una línea descendente.

Por ejemplo, los empates contra Metropolitanos y Montevideo Wanderers significaron su eliminación de la Copa Sudamericana, mientras que la derrota ante El Nacional lo sacó de la Copa Ecuador.

Para este semestre, el plantel guayaquileño tiene un solo compromiso: LigaPro. La misión es terminar en el primer lugar de la segunda etapa para dar la vuelta olímpica sin necesidad de jugar una final.

Pero inició mal. Perdió de local ante Delfín. Y, como el mismo Célico lo reconoció, no hubo una idea clara del juego. Y no fue solo eso, también cedió muchos espacios, careció de variantes para llegar a la zona de finalización y las pocas acciones individuales terminaron con remates al arco sin la puntería necesaria. Y eso que esta vez ya jugaron los refuerzos Fidel Martínez y Jhon Jairo Cifuente, quienes fueron considerados como una solución para la falta de gol.

“Estuvimos imprecisos, no pudimos concretar. Por eso digo que terminamos haciendo un mal partido y lo reconozco, me hago responsable porque la precisión se entrena. Tengo que reordenar esto”, dijo el entrenador canario.

Para el director técnico Alfredo Encalada, no es fácil tomar decisiones entre la presión y el equilibrio. Considera que el manejo de egos debe ser el primer paso para buscar esa colectividad.

“Barcelona está lleno de figuras. Es, por largo, la mejor plantilla del campeonato, pero hay que buscar la manera de que haya sinergia entre las líneas. El entrenador debe encontrar ese mecanismo para no depender de las individualidades”, indicó el exseleccionador.

Para el técnico Ricardo Armendáriz, el primer paso para salir de este bache es sacudirse mentalmente. “Célico debe encontrar una identidad de juego, todavía no lo logra. Material hay, pero no le encuentra la vuelta. Ayer (domingo) quiso poner más retrasado a Emmanuel Martínez, pero quedó muy expuesto en la defensiva. Después ya hizo algo más lógico”, indicó.

Para el Bocha será vital conseguir una victoria de inmediato. “Un triunfo le dará tranquilidad porque solo así retomará la confianza”.