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Angie Palacios se mostró feliz por alcanzar un diploma olímpico. Las experiencias vividas en Tokio le servirá de cara a su preparación para buscar la clasificación a París 2024.GUSTAVO GUAMAN / EXPRESO

Angie Palacios, con la mira en la medalla en París 2024

La halterista, que ganó un diploma en su estreno olímpico, tiene a su hermana Neisi de ejemplo. Pide mayor apoyo en el camino a los próximos Juegos

El abrazo de sus sobrinos Naydel y Lenin Alejandro, de 9 y 11 años, fue el mejor premio para Angie Palacios, quien regresó al país con un diploma olímpico en su estreno en los Juegos, pero con la ‘espinita’ de quedar a un paso de la medalla.

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La halterista, de 20 años, fue la participante con menor edad en la prueba de 64 kilogramos, y pese a que era su primera experiencia en la cita máxima, demostró su potencial que hizo que le califiquen como la Chica Maravilla.

Sobre este sobrenombre afirmó que “es perfecto. A tan corta edad estar en unos Juegos Olímpicos y levantando ese peso fue increíble”, dijo.

Confesó que “a lo que terminé de competir tenía muchos mensajes que me decían ‘Chica Maravilla’. No entendía, y al revisar los videos de la competencia, me di cuenta de que la prensa internacional así me había nombrado”.

Palacios contó que desde su salida a la presentación oficial, y en cada ingreso a la plataforma olímpica “estaba pensando en mi familia, en cada gota de sudor de los entrenamientos realizados con mucho sacrificio en los últimos ocho años”.

Se siente feliz por tener un diploma olímpico, que demuestra que “todo el esfuerzo valió la pena”, pero tiene como pendiente alcanzar la presea. Para esto ya está enfocada en París 2024, competencia a la que llegará “con gran experiencia de haber pisado una plataforma olímpica, iré a dar lo mejor en esa cita para poder ganar una medalla”.

Pero primero, Angie se dará un gustito disfrutando de un encocado de cangrejo con su familia “después de tantos meses de alimentarme solo de vegetales, merezco unos mariscos”.

La deportista tiene a su hermana Neisi Dajomes como guía. Es quien la motiva y su ejemplo a seguir en el levantamiento de pesas. El no tenerla en sus primeros días en Tokio, le afectó en la concentración.

Dajomes y el entrenador ruso Alexei Ignatov no pudieron viajar con la delegación desde España, donde realizaron el último campamento, a Japón, por un problema con la prueba de COVID-19.

“Me afectó mucho. El último día en España, antes de viajar a Tokio, estuve en la habitación de Neisi, le vi mal, me puso triste. Me tuve que trasladar sin mi hermana y sin mi entrenador, lo que me afectó”.

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Ignatov llegó a Japón un día antes de la prueba de Palacios, por lo que la halterista encaró los últimos entrenamientos, claves antes de una competencia, sin su tutor. “Cuando llegaron sentí paz de poder estar nuevamente juntos para cumplir nuestros sueños. Neisi me alentó y preparó mi peinado para la competencia”, resaltó Angie.

Palacios indicó que desde inicios de año solicitó contar con un nutricionista, ya que tenía que bajar de peso al pasar de la categoría de 69 a la de 64 kilogramos.

“Tuvimos una base de entrenamiento en Manabí. Fue el nutricionista del Comité Olímpico, supuestamente iba a estar en contacto con nosotras hasta los Juegos Olímpicos, pero no sucedió”, detalló la tricolor.

Agregó que espera contar con equipo completo en su camino hacia París 2024 conformado “por nutricionista, masajista, médico deportólogo, y en especial un psicólogo que es muy importante en esta carrera porque llega un momento en que la mente se cansa”.