Una señal de buena salud mental es vivir en armonía. Sin embargo, existen comportamientos que en ocasiones hacen dudar de que hay un problema de fondo.

La psicóloga Cassandra Hidalgo explica que, esto tiene que ver con las necesidades primarias que como papá o mamá no las estás atendiendo. El hambre está dentro de este grupo. Todos tenemos a alguien cercano que dice, “el hambre me pone de mal genio”. Esta acción también ocurre en los niños. Cambian completamente su actitud.

“Una buena salud mental en la primera infancia se la puede definir como la capacidad que tiene un niño para poder experimentar, regular y expresar sus emociones, asegurar buenas relaciones interpersonales, explorar el entorno y aprender todo lo necesario en el contexto de la familia, la comunidad y la cultura”, dijo la profesional a DOMINGUERO.

En otras palabras, la buena salud mental infantil es sinónimo de un buen desarrollo social y emocional que lo veremos reflejado luego en la adultez. 

• Cuando ir al especialista

- Tiene problemas para resolver un conflicto.

- Miente o roba constantemente.

- No tiene buen rendimiento escolar.

- Tiene rabietas y discusiones con frecuencia.

- Dificultad en la atención, hiperactividad e impulsividad.

- Insomnio, pesadillas reiteradas, somnolencia excesiva.

- Episodios de tristeza, llanto, depresión.

- Retrasos en el desarrollo del habla, del lenguaje o en el control de los esfínteres.

Lo que debes preguntarle al profesional

- ¿Por qué mi hijo no me obedece?

- ¿Por qué tiene cambios de humor?

- ¿Cómo se obtiene información de un paciente?

- ¿Cuáles son los problemas psicológicos más frecuentes?