María Paula Riofrío
María Paula Riofrío vive en Austin.cortesía

María Paula Riofrío: “Mi vida es un milagro”

Su fe en Dios es su fortaleza. Los obstáculos en su salud jamás la han detenido a la hora de cumplir sus metas.

Al nacer, los doctores le dieron una esperanza de vida de tres días. Cuando sus padres recibieron el diagnóstico de que su pequeña hija tenía cardiopatía congénita (con siete problemas distintos en el corazón), lo primero que hicieron fue rezar, encomendar su vida a san Josemaría Escrivá de Balaguer y bautizarla en la incubadora.

Contra todo pronóstico, María Paula Riofrío sobrevivió y hoy, luego de 47 años, es una de las pocas personas en el mundo que cuentan con un trasplante triple (corazón, pulmones y riñón).

Desde Austin, Texas, la periodista y experta en moda conversó con SEMANA para relatar su historia.

Los primeros años

María Paula nació en Bucaramanga, Colombia, pero pasó la mayor parte de su infancia en Ecuador. Desde los seis meses, sus papás (Nelson y María Teresa) la llevaban a Estados Unidos para los chequeos médicos y fue a los seis años cuando tuvo su primera cirugía para añadir una conexión más de los pulmones al corazón porque tenía deficiencia de oxígeno. “Entré al quirófano con un 50 % de posibilidad de sobrevivir, pero lo logré”.

Ya a los 14, los especialistas le dijeron que la única solución a su problema de salud era someterse a un trasplante doble (corazón y pulmón), pero que entre más años pudiera esperar para la intervención, mucho mejor. Siguió creciendo y uno de los recuerdos que más presente tiene es que, pese a su diagnóstico, sus padres siempre la trataban igual que a sus cuatro hermanos.

Cuando se graduó del colegio, se mudó a Navarra para hacer sus estudios universitarios en Periodismo y Relaciones Públicas. Luego, regresó a Ecuador e inició su carrera como editora de la revista ‘Samborondón’.

Aunque amaba su trabajo, su salud iba lentamente en declive y los doctores le dieron una noticia que cambió por completo su camino. “Si quería entrar a la lista de trasplantes en Estados Unidos, tenía que vivir allá porque debía ser residente”. Por eso, a los 25, se mudó a Miami y comenzó a trabajar como directora de relaciones públicas para el consulado ecuatoriano.

Se enamoró en un hospital

María Paula no cree en las coincidencias. Asegura que todo lo que sucede es gracias al plan de Dios y, entre eso, está haber conocido en una barbacoa a quien ahora es su actual esposo (Adrián Diazgonsen). En las primeras citas, antes de cualquier otra cosa, iban a la iglesia juntos porque ella todos los días asistía a misa. “Me preguntó por qué iba y yo le conté mi historia. Cada vez que abro los ojos, es un regalo y por eso agradezco”, relata.

Llevaban una semana conociéndose, cuando María Paula sufrió su primera arritmia. Iban en el carro de él. “Era aún una persona que recién conocía. Me llevó a emergencias y hasta me cargó porque yo no era capaz de caminar. Luego, fue a ver a mi mamá al aeropuerto y se quedó cuidándome durante 10 días junto a ella. En una habitación del hospital, nos enamoramos perdidamente porque, en poco tiempo, descubrí su lealtad y amabilidad. Él luego me reveló que lo conquistó mi alegría por vivir. El verdadero amor se prueba en el dolor y en los momentos difíciles”, asegura.

María Paula
María Paula junto a su esposo Adrián Diazgonsencortesía

Llegó la hora del trasplante triple

Ella y Adrián fueron novios durante dos años y medio y hace 17 años se casaron en Guayaquil. Como a él le ofrecieron una oportunidad laboral en Boston, se mudaron a esa ciudad en la que ella también trabajó como directora de relaciones públicas para la fundación Medical Missions for Children. Una vez allá, un neumólogo especializado en pacientes con problemas congénitos la atendió y le dijo que se acercaba el momento de requerir su trasplante porque su corazón se iba debilitando más y más... Su esposo comenzó a averiguar cuáles eran los mejores lugares en el mundo para esa cirugía y descubrió que el tercer mejor hospital estaba ubicado en California. “Él inmediatamente pidió que su empresa le permitiera trabajar allá y fue así como pudimos mudarnos”.

En una mañana de agosto de 2011 inició la cuenta regresiva para que María Paula fuese intervenida quirúrgicamente. “Yo nací con un nivel de oxígeno en la sangre del 95 % y los dos años previos a la cirugía viví con un 60 %. Llegó un punto en el que estaba muy mal y tenía una bacteria en el torrente sanguíneo que si no era combatida a tiempo podía llegar al corazón”. Eso hizo que fuese internada nuevamente y subiera al primer puesto de la lista de donantes.

Durante la espera, el neurólogo le dio otra noticia que cambió el plan inicial de su operación. “Mis riñones solo funcionaban al 30 %. Ya todos los órganos se estaban muriendo… por eso le propuse que, si me iban a operar, también trasplantaran ese órgano. Aunque al inicio el doctor pensó que estaba loca, los médicos decidieron hacerlo”. Y el 17 de septiembre del mismo año, el día que había esperado toda su vida llegó y tras de 12 horas en el quirófano, logró salir con éxito.

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María Paula Riofrío
María Paula Riofrío.cortesía

Aunque luego de la intervención, tuvo que hacerse diálisis por varias semanas (hasta que sus riñones funcionen correctamente) y pasó por una traqueotomía, ella siempre estuvo con una sonrisa en el rostro y agradeciendo a Dios. En total, pasó cuatro meses en el hospital y le tomó un año recuperarse totalmente. A pesar de todo, dice, “siempre estuve feliz. Hubo momentos duros y terribles… pero lo importante es la actitud con la que decides enfrentar los problemas”.

Actualmente, mantiene una vida basada en su principal objetivo: ganar el cielo y estar con Dios. Toma 35 pastillas diarias y continúa con sus controles médicos. Se enfoca siempre en cuidar su salud de forma integral haciendo ejercicio y comiendo de forma saludable. María Paula es una mujer soñadora que disfruta día a día de la oportunidad de inspirar a más personas a seguir adelante: “Mi vida es un milagro y hay un ingrediente que me ayuda a ver las cosas más bonitas: la fe. Detrás de todo lo que pasa, hay un por qué. Dios está en mi corazón, me quiere y quiere lo mejor para mí”, reflexiona.

Alma emprendedora

María Paula siempre innova en nuevos proyectos. Cuando se mudó a Austin, creó una compañía para brindar herramientas de comunicación. Luego, ofreció campamentos de verano para chicas en los que daba clases de temas como etiqueta, maquillaje, fotografía y cocina. 

María Paula Riofrío
Campamento internacional para chicas de 13 a 15 años que buscan construir todo un proyecto de vida.cortesía

Hace unos años, se especializó en moda e imagen personal en el Instituto de Diseño Europeo (Barcelona), y cuenta con la empresa Smart Fashion, con la que busca elevar la dignidad femenina a través de la moda. Ahora prepara el seminario ‘Image & purpose’, que inicia en octubre y se enfoca en dar herramientas para incentivar el liderazgo, el networking, la inteligencia emocional y el estilo personal.

María Paula Riofrío
Workshop de moda en Nueva York.Cortesía

Personal

  • Es colombiana.
  • Periodista, relacionista pública y experta en moda e imagen personal.
  • Dirigió la revista ‘Samborondón’ y ‘Hacia lo máximo’.
  • Dicta conferencias y testimonios alrededor del mundo.