Vendedor. Franklin Loor trabaja ofreciendo espumilla en los semáforos en el norte de Guayaquil.

El empleo vulnerable, la deuda de los gobiernos

Contratos. En Ecuador a finales de marzo de este año entrarán en vigencia ocho contratos por sectores, entre ellos: banano, flores, artístico, turístico, etc.

La reducción del empleo vulnerable se ha estancado a partir de 2012. Esto significa que cerca de 1.400 millones de trabajadores estuvieron en esa situación en 2017, y se prevé que otros 35 millones se sumen a ellos para 2019. En los países en desarrollo, este tipo de trabajo lo tienen tres de cada cuatro trabajadores, según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018, de la Organización Internacional del Trabajo.

“Aún cuando el desempleo mundial se ha estabilizado, los déficits de trabajo decente siguen estando muy extendidos: la economía mundial todavía no crea empleos suficientes. Es necesario desplegar esfuerzos adicionales a fin de mejorar la calidad del empleo para las personas que trabajan y garantizar que las ganancias del crecimiento sean distribuidas equitativamente”, declaró el director general de la OIT, Guy Ryder.

En 2017, se calcula que alrededor del 42 % de los trabajadores en el mundo se encuentra en modalidades de empleo vulnerable; se prevé que este porcentaje permanezca especialmente elevado en los países en desarrollo y emergentes, donde superaría el 76 % y el 46 %, respectivamente. Es preocupante que la proyección actual indique una reversión de la tendencia, con un aumento anual de 17 millones de personas en empleos vulnerables en 2018 y 2019. Y Ecuador no se libra de ser parte de estas estadísticas. Al punto de que el Gobierno se ha preocupado hasta de darles más facilidades, para su trabajo. Por ejemplo, la policía ha entregado chalecos a los vendedores en los semáforos, para que el cliente pueda diferenciarlos de delincuentes que solo están esperando una oportunidad para robar en la luz roja. Franklin Loor, vendedor de espumilla, dijo a Diario EXPRESO que con el chaleco sus ventas subieron un 10 %. Loor perdió su trabajo de guardia hace seis años. Por tener 50 años de edad, no ha podido encontrar empleo y por eso es un vendedor informal. En un buen día tiene ingresos de $ 20, aunque hay días en que no se vende nada.

El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, está consciente de esta realidad. En una reunión con los miembros de la Asociación de Gestión Humana del Ecuador dijo que es necesario lograr una dinamización laboral. En nueve meses se han ido solucionando los problemas de a poco, “nadie dice que es suficiente, pero se está trabajando”, indicó. Resaltó que el tema de austeridad fue criticado por los analistas, decían que no servía para nada, no iba a solucionar un déficit de más de $ 5.000 millones. Pero recaudó más de $ 500 millones, un dinero que sirvió para pagar a los jubilados y otros programas sociales. “Por lo tanto, sí sirve cada cosa pequeña que se hace”.

Según Ledesma, entre enero y febrero de este año en el país se dieron 124.000 nuevos empleos. Desde junio a diciembre de 2017 se han regulado más de 500.000 empleos.

Por tanto, para Ledesma se está dando una reactivacción económica en Ecuador, aunque sea leve. Y reiteró: “Sin que ello sea suficiente; lo será cuando el último trabajador tenga un empleo decente. Ahora nadie dice que es suficiente, pero el problema del empleo es de todos y no solo del Gobierno, por lo tanto, todos debemos colaborar para encontrar una solución”.