
Vuelven las colas al Issfa por falta de dinero
Desde las 22:00 del domingo, militares activos y pasivos comenzaron a llegar a la oficina del Instituto de Seguridad de las Fuerzas Armadas (Issfa) en Guayaquil, para ser los primeros en acceder a los créditos quirografarios que debían comenzar a entre
Desde las 22:00 del domingo, militares activos y pasivos comenzaron a llegar a la oficina del Instituto de Seguridad de las Fuerzas Armadas (Issfa) en Guayaquil, para ser los primeros en acceder a los créditos quirografarios que debían comenzar a entregarse ayer.
Jorge Panchana Muñoz fue uno de los ocho militares retirados que lideraba la columna que, al amanecer, ya daba la vuelta la manzana y, para entonces, la sospecha de la suspensión de los créditos empezaba a confirmarse.
No había ningún letrero en la puerta, pero sí dos mensajes de texto colgados en la cuenta de Twitter del Issfa, que confirmaban lo que todos temían: no había dinero para los préstamos quirografarios.
El primer mensaje, colgado al caer la tarde del viernes, indicaba que se había priorizado el pago oportuno de las pensiones y demás prestaciones y que se estaba gestionando los recursos económicos para otorgar los créditos.
A través del segundo mensaje, subido el sábado y repetido el domingo, se confirmaba la suspensión. “El Issfa informará de la nueva fecha”, se indicaba.
Las mismas palabras fueron repetidas por funcionarios de la entidad a un grupo ya menor de afiliados que, hacia la media mañana, se resistía a irse a casa con las manos vacías.
“Esto es una burla”, gritó el sargento primero Manuel Castro, quien estaba en el lugar desde la madrugada. “Ya ni servicio mortuorio tenemos”, agregó el suboficial Stalin Delgado que, con otro grupo, organizaba el cierre de la calle Luque que se concretó después, pero temporalmente.
El sargento José Moreno lamentaba haber gastado cinco dólares en el taxi que lo trasladó en la madrugada desde su casa en Bastión Popular hasta el Issfa. Otro sargento, David Magarisca, contaba que había perdido una mañana de trabajo en su negocio propio por estar en la cola
El sargento Jairo Pimentel recordaba, con quienes compartía fila, lo que pasó el año pasado, cuando también hubo columnas y reclamos por falta de dinero. En total, son 440 millones de dólares que el Gobierno le debe al Issfa.