Celebración. Los jugadores de la Tricolor rodean a Antonio Valencia, quien marcó el primer gol de la selección ecuatoriana en la victoria conseguida ayer frente a Chile en el estadio Olímpico Atahualpa.

Vuelve la fe en la Tricolor

La selección recuperó su romance con la hinchada. Ayer goleó a Chile mostrando ese juego ambicioso y lleno de sacrificio, que le puso al tope de las Eliminatorias en las primeras fechas.

La selección recuperó su romance con la hinchada. Ayer goleó a Chile mostrando ese juego ambicioso y lleno de sacrificio, que le puso al tope de las Eliminatorias en las primeras fechas.

Gustavo Quinteros realizó algunas variantes justas. Por obligación en la mitad de la cancha y por convicción en la defensa. Y todas le resultaron. Las ‘nuevas caras’ estuvieron a la altura e impulsaron el rendimiento ecuatoriano. Pero no solo fueron las apuestas de Quinteros las que funcionaron. Antonio Valencia fue la gran figura del plantel nacional.

Jugando como extremo derecho mostró todas sus virtudes: velocidad para proyectarse al ataque, inteligencia para organizar la ofensiva y también efectividad para anotar el gol en el momento justo.

Antonio Valencia puso los paños fríos en un equipo que entró presionado por los malos resultados. Al inicio la ansiedad les ganó a los delanteros. Solos y sin marca, Felipe Caicedo y Enner Valencia fallaron dos claras oportunidades. No así el ‘Toño’. Él agarró un balón dentro del área y con tiro cruzado venció a Claudio Bravo.

Ese gol fue lo mejor que le pudo pasar a Ecuador. Recuperó la confianza y empezó a jugar más suelto. Así, tres minutos después cayó el segundo. Cristian Ramírez tomó una pelota fuera del área y sacó un potente disparo.

Ya con dos arriba, Ecuador fue inteligente para manejar la angustia chilena. Esperó con orden y pegó cuando quiso. Falló en el remate final, pero mantuvo su idea de presionar arriba. En el segundo tiempo el pleito se acabó pronto. Felipe Caicedo puso la tercera en la primera jugada a fondo.

A partir de ahí llegó el show tricolor. Taquitos, pases elegantes, enganches y el ‘ole’ se tomaron el Olímpico Atahualpa. A cada instante había la sensación de que podía caer un nuevo gol. Enner tuvo al menos cuatro y todas las desperdició. La defensa dio su recital de orden para frenar a los famosos Alexis Sánchez y Arturo Vidal. Los ahogaron con la altura de su juego.