Votar con besos, corazones y caritas inquieta a los partidos
Dibujar emoticonos, corazones, besos o cualquier otra forma que reemplace la raya vertical en la papeleta electoral a favor de un candidato es una manera válida y reconocida de manifestar la intención del voto.
No es una nueva forma de voto, pero sí de manifestarlo. Dibujar emoticonos, corazones, besos o cualquier otra forma que reemplace la raya vertical en la papeleta electoral a favor de un candidato es una manera válida y reconocida de manifestar la intención del voto. No es nuevo para el Consejo Nacional Electoral, pero sí una discusión reciente que toma relevancia al otorgarle la facultad a los miembros de las juntas receptoras del voto de interpretar si esa manifestación poco habitual del sufragio es válida, nula o blanco.
Esto preocupa a algunas organizaciones políticas y colectivos que consideran que el tema cae en el campo de lo subjetivo y hasta lo peligroso. Alonso López, director en Guayas del movimiento Unidad Popular, cree que es arbitraria cualquier otra manifestación gráfica de la intención del voto que no sea la raya vertical sobre la horizontal. “Puede hasta causar confusión en los votantes, una innecesaria discusión en el momento del conteo de los votos y provocar un problema”.
Wilma Andrade, presidenta nacional de la Izquierda Democrática, reconoce que no han estudiado a fondo el tema, sin embargo, de entrada delimita un área subjetiva en la discusión. Por ejemplo, se cuestiona qué pasaría si un votante colocara una cara triste sobre el casillero de uno de los binomios presidenciales. “Ellos (los miembros de las juntas receptoras) pueden interpretar que (al votante) no le gusta (el candidato)... Eso es subjetivo y sería muy peligroso”.
Desde el colectivo Compromiso Ecuador ven como “poco seria” la potestad interpretativa delegada a los miembros de las Juntas Receptoras. Francisco Jiménez, miembro del frente que apoya la candidatura presidencial de Guillermo Lasso, concluye que cualquier otra intención que signifique colocar caras felices, corazones, escribir algo que no sea una raya vertical “se presta a arbitrariedades y subjetividades”.
En Sociedad Patriótica, partido que más ha denunciado un supuesto fraude electoral, no están preocupados. Gilmar Gutiérrez, presidente nacional de la organización, concuerda con voces del Consejo Nacional Electoral en que lo importante es la intención del voto.
Este Diario solicitó una entrevista con la vicepresidenta del CNE, Nubia Villacís, pero por actividades laborales no pudo responder al pedido. No obstante, su asesora acordó volver a coordinar la entrevista para abordar este tema.
El artículo 125 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas del Ecuador, Código de la Democracia, establece que los votos válidos son los “emitidos en las papeletas suministradas por la Junta y que de cualquier modo expresen de manera inteligible la voluntad del sufragante”.
Andrade, Jiménez y López son partidarios de concienciar la forma de votación universal: una raya vertical.
No es una nueva forma de voto, pero sí de manifestarlo. Dibujar emoticonos, corazones, besos o cualquier otra forma que reemplace la raya vertical en la papeleta electoral a favor de un candidato es una manera válida y reconocida de manifestar la intención del voto. No es nuevo para el Consejo Nacional Electoral, pero sí una discusión reciente que toma relevancia al otorgarle la facultad a los miembros de las juntas receptoras del voto de interpretar si esa manifestación poco habitual del sufragio es válida, nula o blanco.
Esto preocupa a algunas organizaciones políticas y colectivos que consideran que el tema cae en el campo de lo subjetivo y hasta lo peligroso. Alonso López, director en Guayas del movimiento Unidad Popular, cree que es arbitraria cualquier otra manifestación gráfica de la intención del voto que no sea la raya vertical sobre la horizontal. “Puede hasta causar confusión en los votantes, una innecesaria discusión en el momento del conteo de los votos y provocar un problema”.
Wilma Andrade, presidenta nacional de la Izquierda Democrática, reconoce que no han estudiado a fondo el tema, sin embargo, de entrada delimita un área subjetiva en la discusión. Por ejemplo, se cuestiona qué pasaría si un votante colocara una cara triste sobre el casillero de uno de los binomios presidenciales. “Ellos (los miembros de las juntas receptoras) pueden interpretar que (al votante) no le gusta (el candidato)... Eso es subjetivo y sería muy peligroso”.
Desde el colectivo Compromiso Ecuador ven como “poco seria” la potestad interpretativa delegada a los miembros de las Juntas Receptoras. Francisco Jiménez, miembro del frente que apoya la candidatura presidencial de Guillermo Lasso, concluye que cualquier otra intención que signifique colocar caras felices, corazones, escribir algo que no sea una raya vertical “se presta a arbitrariedades y subjetividades”.
En Sociedad Patriótica, partido que más ha denunciado un supuesto fraude electoral, no están preocupados. Gilmar Gutiérrez, presidente nacional de la organización, concuerda con voces del Consejo Nacional Electoral en que lo importante es la intención del voto.
Este Diario solicitó una entrevista con la vicepresidenta del CNE, Nubia Villacís, pero por actividades laborales no pudo responder al pedido. No obstante, su asesora acordó volver a coordinar la entrevista para abordar este tema.
El artículo 125 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas del Ecuador, Código de la Democracia, establece que los votos válidos son los “emitidos en las papeletas suministradas por la Junta y que de cualquier modo expresen de manera inteligible la voluntad del sufragante”.
Andrade, Jiménez y López son partidarios de concienciar la forma de votación universal: una raya vertical. AAE