La venta de Teleamazonas bajo la lupa gubernamental

La venta de Teleamazonas bajo la lupa gubernamental

El proceso. La demanda contra Teleamazonas fue presentada en mayo del 2013 por el entonces superintendente de Bancos y Seguros, Pedro Solines.

Volvió al debate. Luego de meses de permanecer en los silenciosos pasillos de la Justicia ecuatoriana, el fallo de primera instancia que declara nulos dos fideicomisos, donde fueron traspasadas las acciones de Teleamazonas, retoma la discusión sobre la validez de la venta del canal.

La acción iniciada por la Superintendencia de Bancos, en 2013, luego de la aprobación de un mandato constitucional que obliga a los banqueros a vender sus acciones en medios, es parte de la campaña del titular de la entidad, Christian Cruz, cuya tesis principal es que el antiguo dueño de Teleamazonas, Fidel Egas, accionista de Banco Pichincha Diners, “sigue teniendo el control”.

Es un criterio compartido por el Ejecutivo, que ha merecido comentarios del propio presidente Rafael Correa, para quien la venta del canal “es simulada y nadie dice la verdad porque lo compró el mismo dueño, que es un banquero”.

La teoría oficial, avalada en primera instancia por la Justicia en una sentencia que Egas ha adelantado que apelará, según un comunicado remitido al equipo de noticias de Teleamazonas, consiste en señalar como falsa o ficticia la repartición de acciones que el propio Egas anunció en 2010. Según esta información, la totalidad de las acciones de la televisora había sido traspasada mayoritariamente a los empleados del propio canal (en un 48 %), un importante 30,8 % al periódico peruano La República mediante el Grupo Plural TV y el resto (22 %) a empresarios ecuatorianos.

El caso ha llegado hasta la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, presidida por Mauro Andino (PAIS), el ponente de la Ley de Comunicación, quien sospecha de una de las cláusulas del contrato, bajo la cual los 135 empleados del canal tenían opción a cancelar el valor de las acciones con créditos del Banco Pichincha, de propiedad de Egas.

El banquero ecuatoriano ha rechazado las acusaciones en un comunicado bajo una lógica sencilla: “Por supuesto, en una venta a crédito se da crédito”. Y, a párrafo seguido, un descargo de la buena fe sobre la condición “favorable” de las estipulaciones del contrato para los empleados, que tuvieron “la oportunidad de apropiarse del medio de comunicación con las compraventas efectuadas; y luego salidas en el caso de que no pudieran seguir pagando el precio adeudado”. Egas además se permitió recordar a las autoridades que Banco Pichincha “nunca fue accionista del canal”. ABP