Los conflictos laborales, la sobrecarga de trabajo, los problemas económicos y familiares, el tráfico y las tramitologías nos van atrapando casi a diario hasta hacernos presas del estrés.

Hay ocasiones en que esa tensión llega a desencadenar alteraciones físicas y emocionales. Tenemos ansiedad, no podemos dormir o sufrimos de dolores musculares. ¿Y qué tal si hubiera una vacuna contra el estrés?

Con la ciencia todo es posible y ya hay un grupo de investigadores trabajando en esa línea. Ese trabajo lo realiza la Universidad de Colorado (Estados Unidos), que acaba de descubrir que una bacteria que habita en el suelo podría ayudar a frenar este mal.

Esa bacteria tendría el poder de bloquear los receptores que inflaman el cerebro cuando pasamos por episodios estresantes. La clave estaría en introducir en el organismo moléculas del compuesto Mycobacterium vaccae.

De crearse esta vacuna, se podría utilizar también en trastornos de estrés postraumático en personas con riesgo de desarrollarlos, como los soldados.

¿Cuándo estará lista? Tomará su tiempo, reconocen los científicos. Podría tardar al menos unos diez años.