56 pacientes recibieron atención médica gratuita y tratamientos naturales, por parte de la comitiva china.

Ultima chispa de esperanza

Ocho médicos chinos, del Buque Arca de la Paz, revisaron a pacientes de la fundación Casa del Hombre Doliente. Realizarán otras actividades benéficas en la ciudad.

Su recuperación ha sido lenta. Pese a las terapias, sus piernas no reaccionan como antes. Desde hace cinco meses, María de Lourdes Granda, de 69 años, usa su silla de ruedas para movilizarse debido a una fractura de cadera. Sin embargo, su optimismo no decae y la llegada de los médicos chinos contribuye a mantener la esperanza.

A la Casa del Hombre Doliente arribaron ocho médicos especialistas del Buque Arca de la Paz. Su misión es proporcionar atención gratuita a 56 pacientes con enfermedades terminales y catastróficas.

“Me siento feliz al saber que una mano amiga viene a acariciarnos, aliviarnos el dolor y darnos alegría apoyando a nuestra salud. Esto para mí tiene mucho valor porque no están obligados, sino que lo hacen por amor”, afirma Granda.

En esta casa muchos de los pacientes deben convivir con el dolor que les provocan las enfermedades y el abandono de quienes son su familia, pero dicen desconocerlos. Por eso, ver una cara nueva que se preocupa por ellos alegra sus días.

Antes de los chequeos médicos, los galenos se propusieron hacer reír a los pacientes. Por ello, se realizó una mañana artística que contó con presentaciones de danza y la entrega de obsequios a los pacientes por parte de los visitantes chinos.

César León, director de la fundación, afirma sentirse agradecido por la visita. Además sostiene que este intercambio de vivencias les favorece porque “se necesita tener más ciencia y experiencia en el trato con los pacientes”.

Según Cun Donghi, comisario político del buque, la misión (que ha recorrido nueve países) busca contribuir socialmente a las naciones amigas de China. “Tenemos muchas ganas de ayudar y sentimos la amistad de la gente. Hasta el momento, hemos ido a casas de ancianos y el Hospital de la Armada de Ecuador”, detalla este tripulante y profesional de la salud.

Aunque son los pacientes los que deben trasladarse hasta la embarcación, anclada en el puerto marítimo de la urbe, los médicos decidieron hacer una excepción debido al delicado estado de salud de los residentes de esta casa asistencial.

Tras la revisión, concluyeron que uno de los pacientes debe ser operado de cálculos a la vesícula, intervención que será realizada gratuitamente por los solidarios visitantes.

La reunión fue coordinada por la Armada del Ecuador. De acuerdo con Cristian Gómez, capitán de Fragata, es la primera vez que la fundación goza de la colaboración de este buque, que navega por el mundo como bandera de paz y salud.

Siete días solidarios

Los voluntarios permanecerán en el país hasta el 22 de noviembre. Durante su estadía los médicos prevén efectuar 70 cirugías, entre ellas de cataratas, extracción de vesícula, endoscópica, hernia, etc. Esta actividad es parte de la misión Buque Arca de la Paz, que arribó desde China y atiende a 700 pacientes al día. La tripulación está conformada por 120 integrantes del personal médico, entre doctores y enfermeras. También se ofrecerán charlas para el intercambio de técnicas de medicina natural.