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El turismo, victima de la deuda de Cultura

Si viene usted desde Jardines del Malecón hacia Las Peñas, luego de ver la noria de 53 metros, a la altura de la calle Loja, y después de pasar por el patio de comidas del malecón, el paseo se vuelve menos agradable a la vista.

Aspecto. A lo largo del MAAC hay letreros que advierten al turista que el área no recibe mantenimientos.

Si viene usted desde Jardines del Malecón hacia Las Peñas, luego de ver la noria de 53 metros, a la altura de la calle Loja, y después de pasar por el patio de comidas del malecón, el paseo se vuelve menos agradable a la vista.

Encontrará no uno, sino varios letreros que le anuncien que lo que vea desde ese punto hasta rodear el MAAC es responsabilidad del Ministerio de Cultura por no pagar alícuotas pendientes a la Fundación Malecón 2000, que decidió, desde el 1 de agosto y como publicó EXPRESO ayer, suspender el mantenimiento de la zona en lo que respecta a aseo, jardinería, seguridad y otro tipo de servicios, como la electricidad.

Las secuelas de esa falta de atención están a la vista. Plantas marchitas, pisos sucios, maderas casi podridas, lámparas dañadas... La situación es lamentable, admite la presidenta de la Empresa pública de Turismo, Gloria Gallardo, pero había que tomar decisiones...

Desde el 2009, las áreas culturales del Banco Central del Ecuador pasaron al Ministerio de Cultura. El MAAC, que es parte de aquello, ahora integra la Red de Museos Nacionales de esa entidad. La deuda por alícuotas, que va de enero a julio de este año, asciende ya a más de $ 298 mil.

“Tienen (los funcionarios de Cultura) una responsabilidad con la ciudad, saben que el mantenimiento lo da la fundación. La responsabilidad de este problema la tiene el ministerio. Ellos son los que deben responder. Esta deuda acumulada solo significa que no les interesa Guayaquil”.

Gallardo, enérgica, resalta que el amor por la ciudad también se refleja en los actos de las instituciones. “Y en este caso, a buen entendedor, pocas palabras”. La deuda del ministerio, a su criterio, afecta no solo a la administración, sino a la imagen de la urbe.

Con ella coincide el presidente de la Cámara de Turismo, Holbach Muñetón. “El turista no debe sentir los problemas internos. El malecón debe estar nítido de punta a punta para el visitante”.

Es necesario agotar todos los medios posibles para que esa deuda se pague, agrega él, pues todo tiene un costo.

El lunes pasado, el Ministerio de Cultura solicitó a Fundación Malecón 2000 un nuevo informe para gestionar la cancelación de la deuda. Los letreros seguían allí hasta el cierre de esta edición.