
Tendencia: Helados a base de nitrogeno
Embudos, jeringas, tubos de ensayo y un tanque de nitrógeno. Parece un laboratorio químico, pero es una heladería.
Embudos, jeringas, tubos de ensayo y un tanque de nitrógeno. Parece un laboratorio químico, pero es una heladería. Se trata de Siete Ene, que brinda unos helados distintos a los tradicionales, por fabricarse frente al cliente con nitrógeno líquido.
Cuando los propietarios y hermanos, Juan Pablo Castellón (29) y Carlos Castellón (25), echan el nitrógeno líquido en las batidoras, un humo blanco impresiona a los consumidores haciéndolos filmar toda la experiencia, mientras esperan su postre en el primer piso del centro comercial Las Terrazas, vía Samborondón.
“La idea clave del negocio es que la persona se acerque y tenga varias opciones para crear el sabor que le guste y que no sea solo de ir a una heladería y tomar un helado de exhibición que probablemente la marca lo haya hecho por él”, comentó Juan Pablo y explicó el proceso de elaboración de cada postre con nitrógeno líquido. Primero, se escoge una base de crema, agua, stevia (light) o yogurt; segundo, se elige entre 16 sabores que incluyen avellana, galletas, frutos rojos, menta... Luego, la base se bate mientras se enfría mediante nitrógeno líquido hasta congelarse, creando una textura más cremosa y agradable para el consumo. Y durante el proceso se incorporan los toppings a elegir de la tabla periódica que llevará el helado, como (Cc) chocochips, (Gr) granola, (Mh) Marshmallows, (Mn) mantequilla de maní, etc.
Es un negocio familiar, pero los encargados son Juan Pablo, que es agrónomo, y Carlos, ingeniero industrial. Y pese a que este emprendimiento no está relacionado a sus carreras, eligieron crear Siete Ene (el nombre es por el número atómico del nitrógeno, N7) porque su padre y abuela eran los antiguos dueños de la heladería Zanzibar, que tuvo 40 franquicias a nivel nacional. “Y con esa base se nos hizo mucho más fácil hacer la planta de producción y la elaboración de los helados. Lo del nitrógeno, investigando dimos con eso”, confesó el hermano mayor y dijo que esta nueva forma de tomar helados es novedoso en Guayaquil, pero que en otros países como Estados Unidos ya tiene más de cinco o seis años implementándose.
Los helados de nitrógeno se ofrecen en dos tamaños, el mediano a $ 3,80 y el grande a $ 5,80. No obstante, abarcan todas las ramas de la heladería, con helados artesanales, paletas, y para una opción más saludable, el de açaí con leche vegetal, que se lo puede mezclar con banana, granola, mantequilla de maní o cualquier topping a su elección. Próximamente abrirán su segundo local en el centro comercial Blue Coast, en vía a la costa.