Feriado. Playas no lució tan llena. Además no todos se quedaron.

La temporada de playa en Guayas y Santa Elena se cierra con altos y bajos

El número de turistas no fue regular y el consumo cada vez es menor

Con el feriado de Semana Santa, disfrutado el fin de semana último, termina la temporada más importante de turismo en las playas ecuatorianas. Los servidores turísticos y hoteleros de las provincias de Guayas y Santa Elena hablan de cuatro meses con altos y bajos.

Para la Dirección de Turismo del Municipio de Playas, la afluencia de turistas en la temporada playera fue buena, en especial en fechas como año nuevo y carnaval. Según William Apolinario Alache, su representante, las playas se llenaron y los negocios pudieron satisfacer sus expectativas económicas.

En la primera fecha Playas recibió a 300 mil turistas y en la segunda a 325 mil. Fuera de estas fechas, en las que se ocupó en un 100 % la plaza hotelera, se llegó a un 70 %, haciendo un promedio de enero a abril.

“Son buenas cifras”, dice Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo, considerando que por la cercanía con Guayaquil “se vivió mucho turismo golondrina”, es decir que el visitante llegaba y se retiraba en el mismo día.

Este fenómeno benefició a los transportistas y lo reconocen las cooperativas de transporte Villamil y Posorja, cuyas unidades se mantuvieron llenas en todos los feriados. Pero no a los sitios de hospedaje, ni a los comedores.

“Nos han visitado muchos turistas, pero además de que se van muy rápido, solo la mitad de ellos gasta. El resto trae comida y bebidas, o hay clientes que piden un plato y lo dividen para dos”, agrega Manuel Posligua, dueño de un restaurante en la playa.

En la península de Santa Elena la situación no es distinta y el último feriado no sirvió para recuperarse. Alberto Ordóñez, presidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, afirma que durante los primeros cuatro meses del año no existió un número regular de turistas en los balnearios, situación que para el empresario no es nueva, pues dice que sucede desde el 2012.

“Existe un declive notorio. Aunque recibimos a una gran cantidad de bañistas en estas fechas, el poder adquisitivo cada vez es menor. En el caso de los hoteles se quedan máximo dos noches”, asegura el dirigente.

A Montañita, contra todo pronóstico, no le fue mal. Su balance de la temporada alta es positivo, según Leonel Del Pezo, presidente de la comuna.