Algunas sugerencias para la quema de anos viejos
Han pasado 125 años de una hoguera bárbara, con la quema de muñecos o años viejos, con efectos contaminantes, y ha sido difícil cambiar la idiosincrasia de los ecuatorianos. No me vengan con el cuento que esto es tradición, de mal gusto y que va en desmedro de la salud del pueblo. Es grande la cantidad de años viejos que invaden algunas calles de la ciudad y de otras provincias; no se puede negar que detrás de cada creación, de papel y cartón, hay manos de artesanos creativos, y que les permiten ganar dinero por unos días, eso no se discute. Sí el daño del medio ambiente, y por los juegos artificiales o pirotécnicos, como son las camaretas, chispeadores, torpedos, entre otros, que causan daño auditivo y causan estrés, por lo que se deben combatir. Para esto se sugiere que no se los quemen en las calles, sino en lugares especiales; y deben ser triturados mecánicamente, con rodillos, en horas y días específicos, posteriormente, los monigotes más grandes, que son obras de arte y deben ser exhibidos unos días más porque se han ganado un espacio en la agenda turística de la ciudad.
Por otra parte, sugerimos a la ciudadanía no poner en los muñecos explosivos, con eso lograremos conservar mejor el medio ambiente. Sigamos el ejemplos de Perú, que para este año ha prohibido la quema de los monigotes, en los distritos municipales.
Robespierre Rivas Ronquillo