La solucion es de todos

Hay ciertos problemas que confronta una sociedad que demandan y exigen la necesaria e ineludible participación y colaboración de todos y “de todas”, para encontrar soluciones que satisfagan a la colectividad. Así se cumple con aquel pensamiento que dice: “seamos parte de la solución, y no solo del problema”. Uno de estos problemas en Guayaquil, concretamente, es el del transporte público. Existe un clamor generalizado porque no se lo afronta con la debida capacidad y técnica. Desde un punto de vista se afirma que los causantes son los conductores. De otra parte, que son los peatones. Esto se debe a nuestra inveterada manera de ser, cual es la de “mirar la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”. Cuando la verdad es que todos tenemos que ver en tan espinoso problema. Existen leyes y reglamentos de tránsito encaminados a regularizar el tráfico, pero en muchos casos son letra muerta.

Hay necesidad de que, en primer lugar, se cumpla con la ley que dispone que en escuelas y colegios se imparta instrucción vial. Luego, que los peatones comprendamos que debemos respetar las señales de tránsito, usar los pasos peatonales que han sido construidos precisamente para nuestra seguridad.

La ley determina que si el peatón es culpable de un accidente de tránsito, el conductor del vehículo no responde por este. Los conductores de vehículos, ya sea de carácter público o privado, deben tener presente que no manejan en una pista de carreras, y conducir sus vehículos a la velocidad reglamentaria correspondiente. No hablar por teléfono celular mientras están manejando.

Las autoridades de tránsito, que demuestran interés por mejorar el servicio deben implementar paraderos obligatorios, debidamente señalados, para que solamente en ellos dejen y tomen pasajeros los buses de servicio público, y no como ahora, que lo hacen en media calle, con peligro de muerte para los usuarios.

Los padres de familia también juegan un papel importante al educar a sus hijos en el respeto a las señales de tránsito. Es una tarea, como se ve, para todos y “para todas”.

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