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Sofia Zapata: sus premios son jugar y ser feliz

La quiteña está dentro de los 500 mejores ilustradores jóvenes del mundo. Escribe y actúa desde el corazón.

Clavija Pospónia protagoniza su obra ‘La Anacoreta’. (Johis Alarkon)

Firma sus obras artísticas como ‘Sozapato’, nombre poco solemne y juguetón. Unió ‘So’, así la llama su familia y ‘Zapato’ como la denominan varios amigos. Como una mujer que nació ‘vieja’ y un poco agrietada (con cuestionamientos y conflictos internos), quien con el tiempo descubrió en el arte la forma de ‘encajar’ en la vida, así se describe la diseñadora gráfica, ilustradora, escritora y actriz quiteña, quien desde niña jugaba a estos tres últimos oficios, sus juegos favoritos. A los cuatro años ganó su primer concurso, era de pintura, no recuerda qué hizo, solo quería regresar a casa.

No es una prioridad que reconozcan en ella un estilo gráfico propio, le interesa más que las personas puedan cuestionarse, construir pensamiento crítico, a través de los temas que aborda. Su inspiración, la vida.

Opta por las ilustraciones en digital, debido a un tema ecológico y optimización de tiempo, pero cree que es importante estar vinculada al proceso análogo. “Para mí no hay nada cómo encarar un lienzo en blanco con un pincel en mano. La técnica plástica que más disfruto es el grabado en aguafuerte”.

Amante de la naturaleza

Quiso ser agrónoma porque de alguna forma se le había metido en el inconsciente que no podía ser artista (por prejuicios sociales y porque no habían lugares dónde estudiar la profesión). “Hay pocas cosas en la vida que me renuevan el alma, como el acercamiento a la naturaleza. De niña hablaba con las nubes y desde esa época evita comprar cosas innecesarias para no incrementar la basura, sin tener conciencia aún del cambio climático. No hay árbol que no salude o montaña que no reverencie. Desde mi arte puedo defenderlos”.

Trabajos premiados

Ha publicado más de 40 libros en editoriales de Ecuador, Chile, México, Colombia y España, colaborando con sus dibujos, en 14 años como ilustradora, pero los que más le apasionan son los que hace íntegramente, con historia incluida. En el 2012 publica su primera obra ‘Colorín Colorado’, la cual estuvo en la lista de honor del IBBY 2014 (Organización Internacional para el Libro Juvenil). Tres años después surge ‘Matilde’, cuyas ilustraciones se seleccionaron para la Feria Internacional del Libro Infantil de China-Shanghái. En 2018 escribe ‘Debajo de hoy’, incluido en la lista de honor del IBBY. Y ‘Distinta’, finalista en el X Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado (España). Con texto de Beto Valencia, su pareja.

Entre los mejores del mundo

Este año su trabajo fue incorporado en un libro que reúne a los 500 mejores ilustradores jóvenes del mundo, reconocimiento realizado por la editorial china Posts & Telecom Press. “Me siento honrada de compartir páginas con gente espectacular”, indica la artista, una de las pocas latinoamericanas que aparece en el texto.

La fama farandulera no le interesa, en cuanto al dinero dice que si se hace millonaria no se enoja, pero no es su motivación personal. “Mientras tenga para comer, no me hago problema, no necesito lujos”. Pero considera que se debe respetar el tiempo y trabajo del artista, por eso tiene una postura frente a los ‘favores’ que se piden: “acolítame con un dibujo”, “preséntate, es solo media hora”, dejar de regalar mi trabajo es un acto de respeto a mí misma”.

Su ingreso en el clown

Fue parte de la ‘Revuelta a la mitad del mundo’, proyecto desarrollado en la zona fronteriza con Colombia, cuyo fin es promover la paz y tolerancia a través de talleres culturales. ‘So’ asistió como profesora de artes plásticas. Recuerda que en una presentación los maestros debían entrar al escenario vestidos de clown, junto a profesionales de este arte escénico e improvisar con el público. “Cuando todos los clowns ya se habían ido y me tocaba salir, paran la música y las cantantes bromean conmigo. Actué y jugué, el público se mataba de risa, esa sensación hizo que me dedicara a esto de lleno y prepararme”.

Hoy, pertenece al colectivo teatral ‘Chalata Clown’ y ha viajado a varios países representando al Ecuador en festivales internacionales y nacionales. Uno de los personajes que interpreta es Clavija Pospónia, vagabunda del tiempo, que lleva maletas encima, en las cuales guarda recuerdos y personajes. “Poco a poco se despoja de sentimientos que le pesan y termina ligera. De eso trata la obra ‘La Anacoreta’, que escribí y dirigí, junto a Kike Mediavilla y Fernando Acosta en la codirección. Ahora estoy creando un nuevo clown, la Cuartera. Pero la mejor obra de mi vida creo que ha sido, decidir ser feliz. Vivir con el alma en paz, es una decisión”.

En pocas palabras

- La nariz roja: Despertar el alma.

- Un lápiz: Me enseñó a ser.

- Un libro: Es descubrir.

- La creatividad: Es respirar.

- Los niños: Mis maestros.

- Le falta ilustrar: Un hijo.

- No arrancaría: Las páginas de su vida, ninguna.

- No dibujaría: Un libro que fomente la intolerancia.

Personal

- Tiene 35 años, estudió diseño gráfico en el Instituto Metropolitano de Diseño, artes plásticas en la Universidad Central y tiene un máster de libro infantil ilustrado en la Escuela i con i, Madrid.

- Fundó la editorial OMMANI, elabora materiales que fomentan el pensamiento filosófico infantil.

- Admira al artista alemán Horst Janssen, quien le enseñó la importancia del juego.

- Finalista del CCBF Golden Pinwheel, Shanghái, China.