Sixto
Estando en la Clínica Guayaquil (2011) operado de un tumor junto a la próstata, recibí una llamada de Sixto. Fue gentil y cariñoso. Me deseó rápida recuperación. Amigos comunes le informaron y se preocupó. Me dijo que pese a su edad (90 años) jamás tuvo problemas de esta índole. Y que su salud era estupenda.
Recordó, con alegría, cuando estuvo con Finita en Hong Kong. (1987). Lo lleve a conocer Kowloon y Nuevos Territorios. Quería comprar CD originales. Experto en música de cámara, clásica y moderna.
Desde Ecuador me envió una carta de gratitud, (que conservo). Que conversaría con su primo Diego Cordovez (Canciller de Borja) para pedirle me ratifique porque, según él, mi trabajo era excelente. No sabía que ya había renunciado (1988) y cerrado la oficina de Hong Kong.
Él y César nos decían “primos” a mi padre Pío López Lara y a mí. Era yo el “primo-joven”. Pues el “primo-viejo” era mi padre. A ambos les expliqué que mi abuelo Rómulo G. López C, era primo hermano de sus tías López Ballén. Entre nosotros ningún parentesco.
En reunión del Partido Social Cristiano, con diputados, dijo que añoraba la insignia del Partido. Salido Sixto, yo dije a otros diputados, que yo lo veía de candidato a Presidente en binomio con Dahik, lo que causó risas entre algunos. Pero, así fue.
A los pocos días de su mandato, (pues yo renuncié a reelegirme diputado) le comenté que la Ley de Enseñanza obligatoria de Urbanidad, Moral y Cívica (de mi autoría) Borja no la publicó ni promulgó por más de un año. Sixto la puso en vigencia.
Él sabía de mi actitud en Paquisha en el Tribunal de Garantías Constitucionales (1981) y mi conducta con Fujimori en el Congreso (1991). Me felicitó por mi dominio del Derecho Territorial.
En crisis, por el conflicto del Cenepa (1995) me invitó. “¡Asesórame. Qué hacemos!”: Ante la agresión, le contesté: “No ceda. Ni un paso atrás, ni para tomar impulso”. Se emocionó y fue su gloria.
Son tantas las anécdotas. Las tengo escritas en mis Memorias. Mi cariño para Finita y familia.
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