Situacion de posguerra

Parece un hecho la firma de un acuerdo de paz en las próximas semanas entre el Estado colombiano y las FARC, el grupo subversivo más importante de Colombia. Este proceso terminará con casi setenta años de la guerra más sanguinaria del hemisferio, ofreciendo no solo paz para ese país, sino también la oportunidad de un acelerado crecimiento económico.

Para Ecuador la historia es diferente. Aunque no lo queramos aceptar, la guerra significó un elemento importante para sostener la economía de frontera por mucho tiempo. El Bloque Sur de las FARC, compuesto por los Frentes 2, 13, 32 y 48, y que agrupó en su momento cúspide a cerca de 12.000 combatientes, mantiene en armas a unos 5.000 hombres, requiriendo pertrechos, armas, municiones, vituallas, uniformes, etc., y desde luego apoyo médico y otro tipo de servicios. La desmovilización representa un duro golpe para Sucumbíos, destrozada por la caída del precio del petróleo; para Carchi, muy golpeada por la devaluación del peso colombiano, y para Esmeraldas, en medio de disputas entre autoridades del Gobierno Central y seccionales.

La desmovilización no significa necesariamente el fin de la violencia, sino la transformación de esta. Es iluso pensar que un grupo armado que ha estado cercanamente vinculado al negocio de la droga, la extorsión y el secuestro, de un día para otro termine su forma económica de vida. La pobreza de nuestro lado y la violencia exportada del otro lado, son la combinación perfecta para generar un ambiente de extremo peligro para nuestra sociedad. Es por ello que debemos apurar un plan urgente de seguridad y atención económica para el norte del país. Este plan debe pasar por el reforzamiento del dispositivo de seguridad militar y policial, pero además por los estímulos para la generación de empleo.

No vamos a poder vencer esta amenaza si no contamos con unas FF. AA. preparadas para una guerra asimétrica, motivadas, adecuadamente equipadas para este tipo de confrontación, impermeables ideológicamente y desde luego, con un frente interno que las apoye.

¿Parecía que luego del Cenepa no necesitábamos FF. AA., verdad?

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