Sillon de Olmedo

Los contendientes están listos. Al final, la competencia será entre dos grandes: Viteri y Jairala. ¿Por cuál de los dos discursos apostará Guayaquil: continuismo o cambio? Pero la pregunta que a todos interesa es otra: ¿la elección está ganada? ¿El legado socialcristiano es suficiente a Cynthia para dar por sentada su victoria? Lejos. Muy lejos. Malas noticias para la 6. Sobre todo porque sin Guayaquil, no habrá Carondelet. Su oponente es fuerte. Y los ataques a los que sistemáticamente será sometida se enfocarán en el “salvajismo” del PSC. Por salvajismo me refiero a las imágenes de represión de los metropolitanos a vendedores ambulantes. Este es el foco rojo. Hagan la prueba. En el primer discurso de sus dos oponentes (CREO y AP, antítesis ideológicas) fue el tema a explotar. Las fotos, los videos, el golpe, la sangre, son visibles. Más el modelo económico fallido o la desigualdad social en Guayaquil. Por salvajismo también me refiero a los tractores y a los desalojos de las invasiones. Los llantos. Las preguntas de ¿a dónde voy ahora?, hechas a las cámaras. No resaltarán lo positivo, eso es evidente. Lo “positivo”, el Guayaquil antes, el Guayaquil ahora, el sentimentalismo al apego a “mi alcalde”, “mi Nebot”, esa es la carta que a Cynthia le toca jugar para balancear el tablero. Eso y otro punto, un símbolo que es solo de ella. Ser mujer. Ante el “salvajismo” anterior, ante la prepotencia y la imagen de dueño de hacienda, la maternidad de Cynthia. La proximidad, la calidez. Esos son los puntos a destacar para que en el electorado no se la pueda responsabilizar o vincular con la mancha de la fuerza. De ahí su tono de voz. De ahí las dos manos cruzadas sobre el pecho. De ahí la ternura con que ha tratado de protagonizar la campaña. Ahora, no todo será defensa, también deberá atacar. Cynthia puede ser acusada de muchas cosas, pero no de “traidora” ni de camisetazos. Constante, fiel. Jairala tiene un historial de bailar según el ritmo que oiga. No llega con la institucionalidad de un partido, sino con el oportunismo, insostenibilidad de una coalición de difícil predicción. Cynthia debe apostar a esa narrativa si quiere ocupar el Sillón de Olmedo.