El almuerzo. Los asambleístas comieron en mesas instaladas en el patio del colegio.

Una sesion legislativa caliente fuera de casa

La declaratoria de Guayaquil como ‘Ciudad de Oportunidades’ encendió el debate. El diálogo Municipio-Gobierno se coló.

Calor dentro y fuera. El reflejo del sol de mediodía golpeaba el rostro de algunos honorables que paseaban frente a un puñado de manjares costeños típicos en Guayaquil: sánduche de chancho, pollo asado, ceviche y arroz con menestra y carne. Pequeñas gotas aparecían en sus frentes y brazos mientras caminaban delante de las carpas que exponían las delicias.

El aroma llegaba hasta la puerta del auditorio del colegio réplica 28 de Mayo en Monte Sinaí, donde el pleno de la Asamblea sesionó ayer, cuando el grito de uno de los legisladores resonó en un altoparlante. Era Carlos Falquez, quien alzó su voz en medio de la exposición de la primera vicepresidenta de la Asamblea, Viviana Bonilla, cuando esta criticaba el modelo de gestión socialcristiano como parte de su pedido de declarar a Guayaquil como ‘Ciudad de Oportunidades’. La acción empujó al titular de la Asamblea, José Serrano, a interrumpirlo en el mismo tono y pedirle respeto.

Lo que parecía una resolución en la que todos estarían de acuerdo se convirtió en una puja entre socialcristianos y oficialistas. Estos últimos no desaprovecharon la ocasión para criticar la gestión del alcalde Jaime Nebot y hallaron sus ‘armas’ en la falta de calles asfaltadas, alcantarillado y agua potable en zonas de la periferia. “No hace falta que les diga lo que le falta a Guayaquil si ya lo vieron al llegar a Monte Sinaí”, replicó la legisladora Sofía Espín, de las filas oficialistas.

Los primeros no se quedaron atrás. Recordaron el pasado de la ciudad antes de la gestión socialcristiana, la entrega de títulos de propiedad, la reducción de la desigualdad según datos del INEC y, sobre todo, el acercamiento entre Gobierno y Municipio, que llegó a su punto más alto con la presencia del presidente Lenín Moreno en la última sesión solemne por la fundación de Guayaquil. “Es una ciudad de oportunidades gracias a la gestión local, porque sigue avanzando pese a la situación del país”, respondió la asambleísta Dallyanna Passailaigue.

La puja terminó con lo previsto: la aprobación por unanimidad de la resolución.

Un receso de 40 minutos llegó pasadas las 13:00 para degustar los platillos que aguardaban en el patio del colegio, no sin antes dejar los sacos sobre las sillas y remangarse las camisas, gesto casi imposible de ver en el frío de Quito. Pero estaban en Guayaquil.

Regresaron 109 de los 121 con los que originalmente inició esta primera sesión del Legislativo en tierra guayaquileña, luego de nueve años.

El siguiente punto fue aprobar la creación de la comisión ocasional para que investigue los casos de abuso sexual de menores en centros de educación de todo el Ecuador. Tuvo el voto afirmativo de la mayoría y una abstención de la legisladora Lira Villalva.

Antes de las 16:00, Serrano suspendió la sesión. Un grito de júbilo siguió al anuncio. No se sabe si fue porque terminó la sesión o por los 482 años de fundación de Guayaquil.

DATOS

Condecoraciones.

La Asamblea reconoció la labor cultural, social, científica, educativa de destacados ciudadanos, entre los que figuran Carlos Rubira Infante, Héctor Garzón, Juan Tanca Marengo (+), Juan Tanca Campuzano, Luis Tábara Serna y Fernando Cazón. Este último es editor de la revista Memorias Porteñas de Diario EXPRESO.

Comisión ocasional.

La comisión que investigará el abuso sexual a menores en centros educativos está integrada por Marcela Holguín, Franklin Samaniego, Norma Vallejo, Juan Cárdenas, Héctor Muñoz, Silvia Salgado, Encarnación Duchi, Karina Arteaga y Dallyanna Passailaigue.