
São Paulo inicia la ola de privatizaciones de activos en Brasil para recaudar fondos
El multimillonario que protagonizó la versión brasileña del reality ‘El aprendiz’ y que se posesionó este mes como alcalde de São Paulo se prepara para embarcarse en la ola de privatización municipal más grande en la historia de Brasil.
El multimillonario que protagonizó la versión brasileña del reality ‘El aprendiz’ y que se posesionó este mes como alcalde de São Paulo se prepara para embarcarse en la ola de privatización municipal más grande en la historia de Brasil.
João Doria, quien obtuvo una victoria arrasadora en las elecciones de octubre y ha sido comparado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en una entrevista que planea vender desde el lugar donde se celebra el carnaval hasta los derechos de los cementerios de la ciudad, con lo que busca recaudar 7.000 millones de reales (cerca de $ 2.200 millones).
La decisión del alcalde se presenta en momentos en que Brasil busca reducir su engorroso y turbio aparato gubernamental, luego de un extenso escándalo de corrupción que ha destruido la fe de los votantes en los políticos tradicionales.
Doria, cuya fortuna de $ 50 millones proviene principalmente del imperio de gestión de eventos que fundó, ha aplicado el mismo pragmatismo brutal a su propio gobierno. Se deshizo de la flota de 1.300 autos de la ciudad y le dijo a sus empleados que usaran Uber. Cualquier empleado de la ciudad que llegue tarde a sus reuniones también debe pagar una multa de cerca de $ 60 por cada 15 minutos. “Todos se rieron de mí, pero ahora están obedeciendo”, dijo.
El alcalde, de 59 años, iniciará la ola de privatización vendiendo Anhembi, el hogar del desfile anual de carnaval de la ciudad e Interlagos, la pista de Fórmula Uno. Pero además, con la ayuda de firmas de consultoría, planea vender para 2018 concesiones para 107 parques, 22 cementerios, el servicio funerario municipal, el crematorio, 16 mercados, 29 terminales de autobuses, el sistema de boletos para el transporte público y el estadio de fútbol Pacaembu. Los fondos en su mayoría irán a salud y educación. WSJ