La Raza 4 del mal de Panama, a la vuelta de la esquina
Se descubre el mortal hongo del banano en La Guajira. El mal de Panamá ataca a las raíces de la planta.
No hay, sino, que prepararse para su llegada. La mortal Raza 4 del mal de Panamá fue detectada desde el domingo en la zona de La Guajira, Colombia, en la frontera con Venezuela.
Aunque el ministro de Agricultura de Ecuador, Xavier Lazo Guerrero, dijo que son presunciones, Alfredo Saltos, exministro de Agricultura, y que desde hace más de dos décadas viene advirtiendo de la necesidad de una estrategia nacional, presagia una catástrofe.
El hongo avanza demasiado rápido como para poderlo controlar: hay que prepararse para lo peor, señala a EXPRESO el especialista.
Sobre la presencia en el continente de Raza 4, queremos enviar un mensaje de calma y serenidad ante esta situación. En Ecuador estamos informados, preparados y activados, dijo Lazo.
“Al día de hoy hemos puesto en marcha todos los planes y medidas de bioseguridad disponibles y necesarios. El Gobierno Nacional será firme en proteger el territorio a pesar de que sean medidas drásticas y contundentes”, matizó el Gobierno.
El funcionario asegura tener toda la capacidad técnica en los laboratorios para la identificación de la enfermedad y, a su vez, activamos a todo un contingente humano en territorio para el acompañamiento técnico, monitoreo y verificación de todo tipo de actividades que pongan en riesgo nuestro estatus fitosanitario.
¿Qué es?
La marchitez por Fusarium, más conocida como ‘Mal de Panamá’, es causado por el hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense. La enfermedad causó la destrucción de más de 50.000 hectáreas del cultivar Gros Michel (AAA) comúnmente conocido como Mínimo, Legítimo, Indio, Patriota, Banano Seda y Johnson en Panamá y después llegó al resto de América y Asia, donde causó destrozos.
La Raza 4 tiene una particularidad, destruye también a la variedad Cavendish, la que está sembrada en Ecuador en casi 200 mil hectáreas.
¿Cómo ataca?
La infección tiene lugar por la penetración del hongo en las raíces de la planta, muchas veces a través de los orificios practicados por otra plaga.
Es una de las amenazas, de extensión internacional más graves de las plataneras y causante de cuantiosas pérdidas económicas. Este patógeno, que ataca las raíces e invade el sistema vascular de la platanera, impide su normal alimentación y ocasiona una progresiva deshidratación, amarillamiento de la hoja, marchitez y, por fin, la muerte de la planta.