El quinto cierre de la Alóag en este invierno

El quinto cierre de la Aloag en este invierno

No hay invierno, desde que fue abierta hace 50 años, sin que ocurran deslaves en el tramo Alóag-Santo Domingo. Los constantes aludes inhabilitan indefinidamente, al menos una vez por año en la época de lluvias, a esta carretera de 101 kilómetros, primo

No hay invierno, desde que fue abierta hace 50 años, sin que ocurran deslaves en el tramo Alóag-Santo Domingo.

Los constantes aludes inhabilitan indefinidamente, al menos una vez por año en la época de lluvias, a esta carretera de 101 kilómetros, primordial porque une a la Costa con la Sierra; es decir, a las dos principales ciudades del país: a Guayaquil con Quito.

En este año aquella inhabilitación indefinida comenzó ayer, cuando la Prefectura de Pichincha anunció la imposibilidad de evacuar inmediatamente el deslizamiento de tierra en el kilómetro 34. El administrador de la vía, Édgar Rivadeneira, indicó que primero tienen que estabilizar el talud. Hasta el cierre de esta edición, no dejaban de rodar rocas y tierra.

La inestabilidad en los 39 taludes (cortes de montaña) de la Alóag-Santo Domingo comenzó a mostrarse en el último día de marzo, después de cuatro meses de lluvias que han permeado la montaña. Desde entonces, han ocurrido cinco deslizamientos de tierra que han obligado a cerrar temporalmente la vía.

El que comenzó el lunes y que no paraba hasta ayer, impide la movilización de unos 30.000 vehículos por día por esta zigzagueante carretera andina, abierta a punta de dinamita en la década del setenta.

Las alternativas para el tránsito vehicular, ante el cierre indefinido que podría extenderse toda la semana, son las vías Calacalí-La Independencia y Latacunga-La Maná.

En ambas carreteras, que tienen cruce por montañas, han ocurrido pequeños deslaves en este mes, que las han bloqueado por varias horas.

Roca de un deslave impactó a un conductor

El desprendimiento de rocas en el sector de Nanegalito, de la carretera Calacalí-La Independencia, provocó la muerte de un conductor, en la noche del lunes.

El incidente ocurrió a las 21:30 del pasado lunes, en el kilómetro 30 de esa carretera.

La víctima, identificada como Marcos Galárraga, de 54 años, era el conductor del bus disco 60 de la cooperativa de transportes TransEsmeraldas que había salido a las 16:30 de Esmeraldas con destino a Quito.

Telmo Ramírez, gerente de la cooperativa de transportes en la que laboraba Galárraga, dijo que el bus utilizaba la ruta Esmeraldas-Los Bancos-Quito por el cierre de la carretera Santo Domingo-Alóag debido a un deslizamiento de tierra.

Según los testigos, el chofer detuvo la marcha del vehículo y caminó hacia el alud para ver qué tan grande era y así decidir entre esperar a que lo despejaran o retornar a Esmeraldas. Una avalancha lo sorprendió en su intento y una roca lo impactó de frente, provocándole graves heridas.

La caída del material asustó al otro conductor del vehículo y a los pasajeros, que llamaron de inmediato al servicio de seguridad ECU-911.

El conductor fue trasladado en una ambulancia hacia una casa de salud cercana, pero falleció en el camino. Mientras tanto, maquinaria pesada comenzó el desalojo del material caído en la vía, que fue reabierta horas después. EC