Promueve el bienestar subjetivo del individuo y la comunidad. A través de charlas y prácticas asociadas al comportamiento del humano. Esta carrera descubre la mente y contribuye a encontrar la empatía que la población necesita a través de un aprendizaje basado en la neurociencia.

En un contexto donde jóvenes y adultos se exponen a la inmediatez de la tecnología y al rigor de quienes observan sus contenidos, los problemas internos proliferan hasta el punto de llegar a la muerte. Tras ese escenario, la carrera de psicología transforma sus enseñanza a la realidad actual.

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El estudiante, ahora, cumple sus etapas educativas y se forma en un profesional que observa, analiza y comprende al sujeto como el resultado de distintos aspectos que forman su subjetividad, tales como los biológicos, sociales, culturales, entre otros; comprendiendo la relación entre ellos y el comportamiento de las personas desde una perspectiva crítica y reflexiva. 

“La psicología al igual que la humanidad se encuentra continuamente actualizándose y avanzando a partir de los recursos emocionales que nos cimientan como sociedad”, manifiesta Arianna Córdoba, coordinadora de la carrera de psicología de la Universidad Casa Grande (UCG). 

A ello se le suma las problemáticas en consumo de drogas, situaciones de violencia, familias afectadas por la pobreza, por lo tanto, la demanda laboral es mayor. “En el mes de enero del 2024 se propuso la Ley de Salud Mental en Ecuador, misma que reconoce la importancia del psicólogo (...), en el ámbito comunitario, existen cada vez más plazas de trabajo, debido al reconocimiento de una intervención profesional con campañas y proyectos de prevención y promoción de salud”, explica Córdoba.

Asimismo, el campo digital se alió a la profesión, por ejemplo: aplicaciones que utiliza el Instituto de Neurociencias con Inteligencia Artificial para dar respuesta a jóvenes que atraviesan crisis emocionales y, que en ese momento, no pueden acudir o conectarse a una sesión virtual.

“La virtualidad permite recabar información sin el temor de ser identificado o visto de una manera negativa, lo que permite que la información pueda ser más apegada a la realidad”, acota la educadora. Para la carrera de psicología clínica los parámetros no se deslindan de la realidad, aunque es una especialización que estudiarla virtual no es lo opcional.

El estudiante debe dominar modelos teóricos psicológicos, con sus respectivos métodos y técnicas empleados en el proceso psicodiagnóstico y en la práctica psicoterapéutica, para el abordaje clínico del síntoma del sujeto, en su dimensión normal y patológica. 

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“Vivimos en una época caracterizada por escenas de violencia, vivimos un empobrecimiento simbólico, absorbidos por la virtualidad, es decir, expresarse, manifestarse y por ello el psicólogo clínico en su formación revisan tres ejes: un diagnóstico o evaluación, luego se forma para hacer un tratamiento y la ejecución, dirección y coordinación de proyectos de prevención”, comenta Mariana Estacio, directora de la carrera de psicología de la UCSG.

Adicional, formula y ejecuta proyectos de investigación para el abordaje psicológico de problemáticas sociales que afectan a una persona, familia, grupos e instituciones. “Ahora nos piden bastantes pasantes en organizaciones y considero una bonita labor que sed preocupen de esa manera de los trabajadores. El campo laboral es muy amplio, pero hay lugares donde piden que la participación de nuestros psicólogos sea gratis y eso hay que cambiarlo porque son contratados por una necesidad”, expresa Estacio.  

UN PANORAMA TECNOLÓGICO

Con la nueva formación, el profesional podrá laboral en varias áreas médicas y organizacional y con otros factores. En esa línea asoma los centros de salud y rehabilitación de la conducta o en centros de atención y cuidado del adulto mayor. También, en unidades educativas y colegios. Centros de mediación. 

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A esto se le suma la implementación de la inteligencia artificial, donde los estudiantes se preparan desde las escuelas. “Tenemos materias como la del Observatorio de Conductas digitales que estudia el relacionamiento de los seres humanos a partir de herramientas como las aplicaciones para citas o la vinculación de jóvenes, adolescentes y adultos desde las redes sociales”, explica Córdoba. 

Ese es uno de los motivos que motivó a Luis Morales a seguir la carrera universitaria, después de haber terminado sus estudios secundarios. “Estaba indeciso, pero me llama la atención en lo versátil que te puedes convertir con las asignaturas y proyectos que ofertan las universidades”, cuenta el joven.

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