Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil en juicio político.

Preocupa la reaccion del pais por salida de Dilma

Dos lecturas distintas del mismo tema. Mientras el oficialismo califica como “golpe parlamentario” a la destitución de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff; analistas y asambleístas opositores defienden el procedimiento aplicado para alejar a la e

Dos lecturas distintas del mismo tema. Mientras el oficialismo califica como “golpe parlamentario” a la destitución de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff; analistas y asambleístas opositores defienden el procedimiento aplicado para alejar a la exmandataria del poder.

La indignación de los de Alianza PAIS continuó ayer en la Asamblea. La presidenta Gabriela Rivadeneira propuso una resolución que expresa el “más profundo y enérgico repudio” a la decisión de los diputados brasileños.

Ella recordó que Rousseff “fue electa con más de 50 millones de votos” y añadió: “El proceso parlamentario tenía vicios de nulidad desde el inicio y sienta un nuevo precedente inaceptable para las funciones legislativas de la región”.

¿Fue ilegítimo lo actuado por los diputados de Brasil? El asambleísta opositor independiente, Ramiro Aguilar, explicó a EXPRESO que sí: está enmarcado, dijo, en lo que establece la Constitución de ese país.

Para él, no es un argumento válido decir que solo 61 diputados votaron por la salida de la expresidenta. “Estos no fueron puestos a dedo, sino que también ganaron una elección”, dijo.

En la misma línea está el legislador del Partido Social Cristiano (PSC), Luis Fernando Torres, quien hizo un llamado para que Rivadeneira y la Asamblea, de la mayoría gobiernista, respete las decisiones de otros parlamentos del mundo.

La respuesta diplomática del Ecuador también recibió cuestionamientos. El martes, la Cancillería anunció que decidió retirar a su encargado de negocios, tras la destitución.

¿Qué significa esta decisión? El canciller Guillaume Long explicó que en el lenguaje diplomático, esta es una medida muy fuerte. “Estamos mandando una señal muy contundente de que no podemos aceptar este tipo de comportamiento en el siglo XXI”.

Para el exembajador y abogado guayaquileño, Antonio Parra Gil, la medida es excesiva y “un error” que podría perjudicar, en el mediano plazo, más a Ecuador que a una de las economías más fuertes de la región.

“También hay un doble discurso de estos gobiernos que se declaran progresistas: cuando quieren intervienen en favor de sus aliados, pero si no les conviene, se quedan callados”, dijo el diplomático a este Diario.

El nuevo Gobierno brasileño estará en el poder dos años más. Ese sería el tiempo que se congelen las relaciones bilaterales. Para el exembajador y catedrático universitario, Abelardo Pozo, más allá del apoyo político a Rousseff, es un “sin sentido” cuestionar el procedimiento jurídico y parlamentario brasileño.

LOS APOYOS

- El Ejecutivo

El primero en reaccionar, en redes sociales, fue el presidente Rafael Correa. En su cuenta de Twitter, el mandatario calificó como una “apología al abuso y la traición”, la destitución de su homóloga brasileña.

- Alianza País

La directiva del partido de Gobierno calificó a la destitución de Rousseff como “un golpe de Estado, disfrazado de juicio político”. Doris Soliz negó que se trate de un caso de corrupción y acusó a los grupos fácticos de promover la salida.

- Alfaro Vive

Rosa Mireya Cárdenas, en representación de Alfaro Vive, resaltó el pasado de lucha guerrillera de Dilma. Hizo un llamado a todos los movimiento sociales de la región para defender la democracia en Brasil.