María Fernanda Espinosa (der) es la actual canciller del país.

La politica exterior hace un giro hacia la experiencia

El embajador Francisco Carrión espera reunirse con el presidente Lenín Moreno antes de emprender el viaje e instalarse en Washington.

El ‘refrescamiento’ avanza despacio, pero avanza. En siete meses de gobierno, el presidente Lenín Moreno ha hecho, al menos, 33 cambios en las delegaciones diplomáticas en el exterior. En estos, los funcionarios de carrera empiezan a recuperar algunos espacios.

Como herencia, la actual administración encontró embajadas que estaban lideradas por antropólogos, ingenieros electrónicos y, sobre todo, cuadros políticos identificados con la autodenominada revolución ciudadana. Destacaban algunos actores como Gloria Vidal en la Embajada de Argentina, Carlos Vallejo en Montenegro y Juan Falconí Puig como embajador extraordinario y plenipotenciario del Ecuador ante la Organización Mundial del Comercio en Ginebra.

También se hizo práctica común, en la década pasada, que exministros pasen al servicio exterior. Fue el caso de Miguel Calahorrano, que fue ministro de Electricidad y luego embajador en España. Le siguió Wilson Pastor, que de la cartera de Recursos No Renovables pasó a la representación ante los Organismos Internacionales, con sede en Austria. Ambos ya fueron removidos.

Tras ganar la presidencia en abril, Moreno dijo que había la necesidad de “aliviar y refrescar las relaciones internacionales”. Sin embargo, designaciones como la de María Fernanda Espinosa como canciller y de Guillaume Long como embajador de Ecuador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) incrementaron las dudas de ciertos sectores con respecto al cambio que ofrecía el mandatario.

Ambos son vistos por exembajadores y excancilleres como representantes diplomáticos que antepusieron, al menos en el gobierno anterior, las posiciones ideológicas del socialismo del siglo XXI a los intereses del país.

No obstante, las últimas designaciones son buenos síntomas para el excanciller José Ayala Lasso, que califica como un acierto los nombramientos de Francisco Carrión como embajador en EE. UU., de José Valencia ante la Organización de Estados Americanos y de Diego Rivadeneira para Brasil.

“No olvidemos que el anterior gobierno decidió, hace más de un año, retirar al embajador de Ecuador en Brasil tras la destitución de la señora Dilma Rousseff. El objetivo era dar una lección a ese país, pero me parece que fue una decisión equivocada, teniendo en cuenta que Brasil es una de las economías más importantes del continente”, dijo Ayala a Diario EXPRESO.

Desde mayo pasado se han firmado 33 decretos ejecutivos con relación al servicio exterior. En algunos casos fueron para remover y agradecer los servicios prestados y en otros, no en todos, para designar a los reemplazos.

En entrevista con este Diario, el embajador Carrión indicó que confiaba en que se produzca una reformulación en la política exterior del país, con relación a la década pasada. Esto no necesariamente con cambios de nombres, pero sí con lineamientos emitidos desde la Presidencia de la República.

Para saber

Cuota política

El presidente Moreno ha hecho designaciones políticas, como la de María Augusta Calle en la Embajada de Cuba.

Rezagos

Juan Meriguet, que fue parte del equipo de trabajo de Ricardo Patiño, también tiene un cargo diplomático actualmente.

Vacíos

Catorce funcionarios que fueron removidos desde mayo no han sido reemplazados por el presidente Lenín Moreno.

Voces

José Ayala Lasso, excanciller y representante de Ecuador ante la ONU

Los últimos nombramientos son buenas señales porque se trata de personas que no van a servir a una ideología, sino al país. Pero faltan cambios de fondo.

Gustavo isch Garcés, licenciado en Comunicación Social y analista político

Los cambios en los diferentes niveles del gobierno serán paulatinos. En materia de política exterior, creo que la reforma debería empezar desde la cabeza.

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